VALLE, HONDURAS. -Una pesada rastra cargada con producto de exportación se abre paso por el canal seco.
Hace unos meses esta calle era intransitable por el sureño y cálido departamento de Valle, pues arrancaba el proceso de construcción.
Un extenso paso a desnivel, o intercambiador, como le llaman los ingenieros, ubicado a unos 200 metros de la aduana El Amatillo, entre Honduras y El Salvador, es el acceso a este tramo carretero.
Desde ese punto se puede apreciar la amplia carretera de cuatro carriles, que en esta parte está por finalizar.
Unos metros adelante está el desvío a Goascorán, Valle, quedando a un costado de la vía el pintoresco pueblo.
La eterna construcción de los 101 kilómetros de largo entre la CA-5 norte, es decir, desde la Villa de San Antonio, Comayagua, hasta la carretera CA-1 o Corredor del Pacífico ya se encuentra en su etapa final.
Un equipo de EL HERALDO recorrió la carretera comprobando que existen significativos avances y que en ciertos horarios se permite la circulación de equipo pesado.
La Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) había informado el año anterior que los primeros 55 kilómetros, es decir, de la Villa de San Antonio a El Quebrachal, estaban culminando, sin embargo, todavía hay varios tramos inconclusos.
Inversiones Estratégicas de Honduras (Invest-H) está a cargo de las últimas dos secciones, la II y III.
A media mañana comenzó el recorrido desde el intercambiador a menos de medio kilómetro de la aduana El Amatillo.
Tractores, máquinas para tirar asfalto y obreros hacían los últimos trabajos para acceder al puente.
Edgardo Martínez Palacios, coordinador del proyecto por parte de Invest-H, se unió al equipo para explicar el desarrollo del proyecto.
Mientras se acomodaba su chaleco fluorescente y sacaba su tableta para también graficar el avance, explicó a EL HERALDO que ellos únicamente están a cargo de los últimos 46.18 kilómetros.
Este último tramo va desde el sector de El Quebrachal en San Juan, La Paz, hasta Goascorán, Valle.
El avance físico, a la fecha, en esta sección es de 70.32% y el avance físico programado era de 69.72%, por lo cual la ejecución va a buen paso.
La empresa encargada de desarrollar la obra es la brasileña Queiroz Galvão, que está dotada de una fuerte cantidad de maquinaria y equipo para la preparación de materiales.
Tramos
La sección III de la segunda fase del proyecto es la más avanzada. EL HERALDO comprobó que 29 kilómetros, es decir, desde Goascorán hasta el municipio de Caridad, en Valle, ya tienen los primeros ocho de los 13 centímetros de la capa de asfalto.
Los restantes cinco se comenzarán a aplicar a finales de este mes, para luego comenzar con la señalización.
En el camino se pudo comprobar que al menos 10 puentes, de pequeña y gran dimensión, así como varias fallas geológicas ya fueron reparadas.
El derecho de vía ya está garantizado, es más, la trocha por donde irá la carretera a cuatro carriles ya está abierta.
Es por eso que muchos carros, entre livianos y pesados, están utilizando la carretera, aprovechando que todavía no les cobran el peaje.
En el desvío a Caridad, Valle, se termina el pavimento de la última fase, son 17.18 kilómetros en los que la constructora está haciendo labores de terracería.
Un grupo de expertos, utilizando equipos especiales de suelo, interrumpieron el tráfico por unos 20 minutos.
“Estamos haciendo la prueba viga Benkelman para garantizar la capacidad del suelo y evitar que la carretera se hunda cuando reciba el tráfico pesado”, afirmó uno de los técnicos a EL HERALDO.
En este tramo los conductores circulan a baja velocidad debido a que la maquinaria está en operación y la calle es de tierra, elevando enormes capas de polvo.
En unos cuatro kilómetros a la altura de San Antonio del Norte se hizo una prueba de pavimento, que también es parte de los avances.
Martínez Palacios detalló a EL HERALDO que el costo de esta etapa del proyecto es de unos 217 millones de dólares, es decir, más de 5,200 millones de lempiras, y en la actualidad se han invertido más de 153 millones de dólares, que suman, más de 3,600 millones de lempiras.
Reconoció que ha habido atrasos debido a problemas de financiamiento, pero la fecha establecida de entrega es el 31 de mayo de 2019, para pasarlo en junio a la Concesionaria Vial de Honduras (Covi), que instalará dos casetas de peaje.
Con el proyecto terminado, todo el equipo pesado que vaya de norte a sur o viceversa no tendrá que pasar por Tegucigalpa, descongestionando así la carretera hacia Choluteca.
Importancia
En el marco del Plan Puebla Panamá (PPP), Honduras ha sido zona importante en la infraestructura vial de integración al formar parte de la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (Ricam).
Para la Ricam el Corredor Atlántico del país es una infraestructura de transporte vial para la competitividad d e Honduras y Mesoamérica, ya que este corredor interconecta a México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador en una distancia de 1,745 kilómetros.
Fue así que Honduras comenzó a trabajar en el Corredor Logístico Interoceánico, que comprende la carretera CA-5 norte, que ahora se unirá con la CA-1 por medio del Canal Seco, entre Comayagua y Goascorán.
Esta vía permitirá que haya mayor flujo comercial, pues el plazo para unir a Puerto Cortés con las fronteras de El Salvador, Guasaule, en Nicaragua, y el puerto de El Henecán, en San Lorenzo, Valle, se reduce en unas dos horas aproximadamente.
Por el Canal Seco en una hora un vehículo podrá estar en Comayagua si va de Goascorán, en la actualidad se tardan tres horas y media.
Hace unos meses esta calle era intransitable por el sureño y cálido departamento de Valle, pues arrancaba el proceso de construcción.
Un extenso paso a desnivel, o intercambiador, como le llaman los ingenieros, ubicado a unos 200 metros de la aduana El Amatillo, entre Honduras y El Salvador, es el acceso a este tramo carretero.
Desde ese punto se puede apreciar la amplia carretera de cuatro carriles, que en esta parte está por finalizar.
Unos metros adelante está el desvío a Goascorán, Valle, quedando a un costado de la vía el pintoresco pueblo.
La eterna construcción de los 101 kilómetros de largo entre la CA-5 norte, es decir, desde la Villa de San Antonio, Comayagua, hasta la carretera CA-1 o Corredor del Pacífico ya se encuentra en su etapa final.
Un equipo de EL HERALDO recorrió la carretera comprobando que existen significativos avances y que en ciertos horarios se permite la circulación de equipo pesado.
La Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) había informado el año anterior que los primeros 55 kilómetros, es decir, de la Villa de San Antonio a El Quebrachal, estaban culminando, sin embargo, todavía hay varios tramos inconclusos.
Inversiones Estratégicas de Honduras (Invest-H) está a cargo de las últimas dos secciones, la II y III.
A media mañana comenzó el recorrido desde el intercambiador a menos de medio kilómetro de la aduana El Amatillo.
Tractores, máquinas para tirar asfalto y obreros hacían los últimos trabajos para acceder al puente.
Edgardo Martínez Palacios, coordinador del proyecto por parte de Invest-H, se unió al equipo para explicar el desarrollo del proyecto.
Mientras se acomodaba su chaleco fluorescente y sacaba su tableta para también graficar el avance, explicó a EL HERALDO que ellos únicamente están a cargo de los últimos 46.18 kilómetros.
Este último tramo va desde el sector de El Quebrachal en San Juan, La Paz, hasta Goascorán, Valle.
El avance físico, a la fecha, en esta sección es de 70.32% y el avance físico programado era de 69.72%, por lo cual la ejecución va a buen paso.
La empresa encargada de desarrollar la obra es la brasileña Queiroz Galvão, que está dotada de una fuerte cantidad de maquinaria y equipo para la preparación de materiales.
Tramos
La sección III de la segunda fase del proyecto es la más avanzada. EL HERALDO comprobó que 29 kilómetros, es decir, desde Goascorán hasta el municipio de Caridad, en Valle, ya tienen los primeros ocho de los 13 centímetros de la capa de asfalto.
Los restantes cinco se comenzarán a aplicar a finales de este mes, para luego comenzar con la señalización.
En el camino se pudo comprobar que al menos 10 puentes, de pequeña y gran dimensión, así como varias fallas geológicas ya fueron reparadas.
El derecho de vía ya está garantizado, es más, la trocha por donde irá la carretera a cuatro carriles ya está abierta.
Es por eso que muchos carros, entre livianos y pesados, están utilizando la carretera, aprovechando que todavía no les cobran el peaje.
En el desvío a Caridad, Valle, se termina el pavimento de la última fase, son 17.18 kilómetros en los que la constructora está haciendo labores de terracería.
Un grupo de expertos, utilizando equipos especiales de suelo, interrumpieron el tráfico por unos 20 minutos.
“Estamos haciendo la prueba viga Benkelman para garantizar la capacidad del suelo y evitar que la carretera se hunda cuando reciba el tráfico pesado”, afirmó uno de los técnicos a EL HERALDO.
En este tramo los conductores circulan a baja velocidad debido a que la maquinaria está en operación y la calle es de tierra, elevando enormes capas de polvo.
En unos cuatro kilómetros a la altura de San Antonio del Norte se hizo una prueba de pavimento, que también es parte de los avances.
Martínez Palacios detalló a EL HERALDO que el costo de esta etapa del proyecto es de unos 217 millones de dólares, es decir, más de 5,200 millones de lempiras, y en la actualidad se han invertido más de 153 millones de dólares, que suman, más de 3,600 millones de lempiras.
Reconoció que ha habido atrasos debido a problemas de financiamiento, pero la fecha establecida de entrega es el 31 de mayo de 2019, para pasarlo en junio a la Concesionaria Vial de Honduras (Covi), que instalará dos casetas de peaje.
Con el proyecto terminado, todo el equipo pesado que vaya de norte a sur o viceversa no tendrá que pasar por Tegucigalpa, descongestionando así la carretera hacia Choluteca.
Importancia
En el marco del Plan Puebla Panamá (PPP), Honduras ha sido zona importante en la infraestructura vial de integración al formar parte de la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (Ricam).
Para la Ricam el Corredor Atlántico del país es una infraestructura de transporte vial para la competitividad d e Honduras y Mesoamérica, ya que este corredor interconecta a México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador en una distancia de 1,745 kilómetros.
Fue así que Honduras comenzó a trabajar en el Corredor Logístico Interoceánico, que comprende la carretera CA-5 norte, que ahora se unirá con la CA-1 por medio del Canal Seco, entre Comayagua y Goascorán.
Esta vía permitirá que haya mayor flujo comercial, pues el plazo para unir a Puerto Cortés con las fronteras de El Salvador, Guasaule, en Nicaragua, y el puerto de El Henecán, en San Lorenzo, Valle, se reduce en unas dos horas aproximadamente.
Por el Canal Seco en una hora un vehículo podrá estar en Comayagua si va de Goascorán, en la actualidad se tardan tres horas y media.