Tratado de extradición
TEGUCIGALPA, HONDURAS. -La dulce espera de una pareja termina cuando llega el tan esperado hijo, pero para los padres ahí comienza todo.
Corren, viajan y aguardan por horas para poder ver finalmente, tras nueve meses, a su bebé.
En los pasillos del Hospital Materno Infantil se pueden ver las caras de desesperación de los padres que esperan para saber si ya nació su pequeño retoño.
Sin embargo, son pocos los padres que llegan al lugar. De acuerdo con Virgilio Meza, vocero de Hospital Escuela, al menos 1 de cada 10 papás son los que esperan el nacimiento de su hijo, en su mayoría son las madres, hermanas o tías de las mujeres que están por dar a luz.
'Algunos padres de familia muchas veces no les dan permiso en sus trabajos para que vengan a acompañar a sus esposas', afirmó Meza.
Mauricio habló con EL HERALDO de su espera.
'Con ella ya son 11 hijos los que tengo con mi esposa, me encuentro feliz', dijo dejando entrever una pequeña sonrisa.
Pero desgraciadamente, no todos reciben buenas noticias, como un joven que estaba sentado cerca de la puerta de atención.
Con un poco de pena, Erick Baquedano, relató a EL HERALDO que su amada había sido trasladada desde Comayagua hasta Tegucigalpa porque el parto se complicó.
'Mi hija está bien, pero a mi esposa se le subió la presión cuando estaba dando a luz por eso nos mandaron para acá', contó Erick a quién se le notaba la preocupación en la mirada.
Erick viajó desde Comayagua para que su esposa fuera atendida.
Como ellos son varios los padres que llegan al Materno a esperar en los pasillos para escuchar esas palabras del médico, 'ya nació su hijo (a)'.
Corren, viajan y aguardan por horas para poder ver finalmente, tras nueve meses, a su bebé.
En los pasillos del Hospital Materno Infantil se pueden ver las caras de desesperación de los padres que esperan para saber si ya nació su pequeño retoño.
Sin embargo, son pocos los padres que llegan al lugar. De acuerdo con Virgilio Meza, vocero de Hospital Escuela, al menos 1 de cada 10 papás son los que esperan el nacimiento de su hijo, en su mayoría son las madres, hermanas o tías de las mujeres que están por dar a luz.
'Algunos padres de familia muchas veces no les dan permiso en sus trabajos para que vengan a acompañar a sus esposas', afirmó Meza.
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Pero siempre existe un padre abnegado que llega con las ilusiones de conocer a su primer hijo como es el caso de Miguel Durón, un capitalino que se encontraba afuera del portón número 5, por donde entran las visitas al Materno, quien contó a EL HERALDO su historia.
'Hace dos días estoy esperado para ver a mi hijo', dijo con la voz entrecortada de la emoción de saber que su primogénito ya había nacido.
Pero la historia es distinta adentro, pues en una de las bancas de los pasillos del centro se encontraba sentado un señor al cual se le notaba la preocupación en el rostro.
'Mi mujer tuvo una niña por cesárea, pero no nos hemos podido ir porque hubo un problema con la identificación de la bebé', relató Mauricio González, quien viajó desde Guasucarán, Ojojona, al sur de Francisco Morazán.
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'Con ella ya son 11 hijos los que tengo con mi esposa, me encuentro feliz', dijo dejando entrever una pequeña sonrisa.
Pero desgraciadamente, no todos reciben buenas noticias, como un joven que estaba sentado cerca de la puerta de atención.
Con un poco de pena, Erick Baquedano, relató a EL HERALDO que su amada había sido trasladada desde Comayagua hasta Tegucigalpa porque el parto se complicó.
'Mi hija está bien, pero a mi esposa se le subió la presión cuando estaba dando a luz por eso nos mandaron para acá', contó Erick a quién se le notaba la preocupación en la mirada.
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Como ellos son varios los padres que llegan al Materno a esperar en los pasillos para escuchar esas palabras del médico, 'ya nació su hijo (a)'.
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