Honduras

La pobreza y el desempleo obligan a los migrantes a abandonar el país

Algunos se han dado por vencidos y han determinado regresar a Honduras, mientras que otros siguen en ruta hacia Estados Unidos pese a las inclemencias del clima, el hambre y los peligros

03.10.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Me voy por falta de trabajo, por la pobreza de nuestro país y por todo lo que se está viviendo, corrieron al 50 por ciento de los empleados”.

Estas son las declaraciones de José, un exmilitar hondureño que emprendió la peligrosa ruta hacia los Estados Unidos junto con otros más de tres mil hondureños.

José dejó atrás una canasta llena de sueños e ilusiones, y su familia, a la que no pudo cumplir por la llegada de la pandemia del covid-19 y por la falta de empleo y oportunidades en Honduras.

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Con lágrimas en sus ojos, el muchacho aseguró que emprendió la travesía con la caravana de migrantes para darle un mejor futuro a su familia.

Vigilancia
Un contingente de seguridad a lo largo de la ruta migratoria ha sido desplazado por las autoridades guatemaltecas para detener a los migrantes que se conducen en la caravana que salió el pasado jueves de San Pedro Sula.

Y es que con la llegada de la pandemia, José fue despedido de su trabajo en uno de los mercados de San Pedro Sula, lugar en que fue contratado tras darse de baja en las Fuerzas Armadas.

Así como José, hay otros cientos de hondureños que van en ruta a Estados Unidos por la falta de empleo, la inseguridad, la corrupción y otros factores que los obligan a desplazarse forzosamente.

Mientras que José desea cumplir con el sueño americano, Edwin Pineda se dio por vencido y optó por regresar.

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“El sueño se acabó por el momento”, dijo Pineda mientras esperaba un autobús que lo regresara a Honduras después de dos jornadas de viaje junto a su esposa, su suegro y su hijo de cuatro años y sin una moneda en los bolsillos. “Quizás la próxima vez lo haga solo”, agregó el joven de 25 años.

Otros acompañantes, sin embargo, no se desalentaron y comenzaron a caminar al amanecer.

Las autoridades migratorias guatemaltecas indicaron que los migrantes se habían dividido en grupos: uno de unas 700 personas a bordo de camiones y minibuses iba en dirección norte a través de la selva del Petén; otro más pequeño, de unas 400, se dirigía en autobuses o caminando hacia Ciudad de Guatemala. Un tercer grupo, de unos 800 migrantes, todavía caminaba el viernes hasta el lugar donde la ruta se divide en dos.

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