Con el título 'La vida de Natalia, la escort de Puente Alto que terminó enredada en el mayor desfalco en Honduras', el diario chileno La Segunda reveló nuevos detalles en torno a la amante del exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
A continuación el artículo completo:
Cuando al mediodía del lunes la PDI llegó a buscarla a su casa en Puente Alto, Natalia pidió ducharse. Aunque detenida, ella quería lucir impecable al abandonar su hogar.
La policía la había seguido durante cinco meses. Sabía que iba al Sportlife de calle Diego Portales cuatro veces por semana. También que pasaba regularmente a la peluquería y de compras al mall Tobalaba. A veces iba sola, a veces acompañada de su madre.
La policía sabía que Natalia Ciuffardi (28 años) era una mujer bonita, y al cabo de unos días de seguimiento se enteró también por qué salía de su casa a la una de la madrugada rumbo al sector oriente de Santiago, y regresaba a eso de las cinco de la mañana.
Fue una noche, a mediados de 2011, en el night club Platinum donde conoció al hondureño Mario Zelaya (46).
Ella trabajaba como prostituta y él, director del Instituto de Seguridad Social (IHSS) de su país, estaba de visita en Chile.
Después de unos tragos y una amena conversación comenzaron a salir. 'Fue amor a primera vista', le comentó la joven a su círculo más íntimo.
Ese mismo grupo fue el que vio cómo ella, esa niña de Puente Alto que salió con apenas un 4,9 del liceo Brígida Walker de Ñuñoa, empezó de pronto a recibir regalos caros e invitaciones para asistir a los locales más exclusivos de la capital.
Por meses el romance fue idílico. Natalia recorría el Caribe alojando en resorts cinco estrellas con su novio centroamericano, hasta que comenzó a visitar Tegucigalpa con cierta regularidad.
Escondida de la familia oficial de Zelaya, Natalia, la joven amante, se quedaba en los mejores hoteles de la capital hondureña esperando que Mario lograra alguna coartada para visitarla.
Cegado por el amor de la morena, el político hondureño -médico, militar en retiro y ex diputado- compró cuatro propiedades a nombre de la joven en Tegucigalpa, además de dos departamentos en La Florida (Santiago), avaluados en 70 millones de pesos cada uno, una casa en Puente Alto y otra en el balneario del litoral central El Tabo.
Pese a la nueva vida para ambos, Zelaya no abandonó a su familia y Natalia tampoco dejó a sus clientes, a quienes cobraba 300 mil pesos por sus servicios. Las historias corrían por carriles paralelos, mientras seguía recibiendo y disfrutando de los lujos del dinero hondureño.
Mesada de 2 millones
A fines de 2012, tras un año y medio de relación, la escort quedó embarazada. Su amante se encargaba de enviarle mensualmente entre 2 y 3 millones de pesos, hasta que en julio de 2013 vino a Santiago para acompañarla en el nacimiento de su hijo.
Una semana después el político regresó a Honduras y Natalia -quien luego se sometería a una lipoescultura, liposucción e implantes mamarios- lo siguió.
Y replicaron el mismo sistema que usaban en Chile, donde él la visitaba en la medida que podía escapar de su familia.
Todo iba viento en popa para la pareja hasta que en enero de 2014 estalló el peor caso de corrupción en la historia del Instituto Hondureño de Seguridad Social, del que su director era el responsable.
Zelaya se habría adueñado de unos 335 millones de dólares en un país donde el 67,4% de la población vive bajo la línea de pobreza, según la Cepal.
Con el dinero compró casas de lujo, autos blindados y se dio a la fuga. En total, estuvo ocho meses prófugo hasta que fue capturado en septiembre, en Nicaragua.
Gucci y Louis Vuitton
¿Qué pasó con Natalia?
Regresó a Chile. Y en extrema reserva, policías hondureños viajaron a nuestro país para solicitarle al Ministerio Público que iniciara una indagatoria por lavado de activos en contra de la joven.
'En julio de este año el fiscal jefe de la zona sur, Raúl Guzmán, designó al fiscal Omar Mérida para que trabajara con nosotros investigando a esta señorita a petición del Estado de Honduras', recuerda el subprefecto y jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI, Luis Silva.
La policía dio con la joven en la misma casa que allanaron este lunes. En la vivienda de tres pisos encontraron documentación relativa a la compra de dos vehículos marca Hyundai (uno Tucson y el otro Elantra), además de un camión JAC que costó 35 millones de pesos y escrituras de las propiedades. 'En total, tiene un patrimonio que excede los 300 millones de pesos. Todo adquirido con dinero proveniente desde Honduras', cuenta el oficial.
En la casa también hallaron cuatro televisores LED de 55 pulgadas, carteras Louis Vuitton, varios zapatos Gucci y perfumes de todo tipo, entre otras cosas.
'Tenía una pieza llena de ropa de marca guardada en maletas', dice Silva, quien añade que la joven reconoció que se dedicaba al comercio sexual desde los 19 años. 'Había trabajado en clubes nocturnos en Santiago, Rancagua, Temuco y Puerto Montt', agrega.
Pese a que el miércoles fue formalizada por lavado de activos -delito por el que arriesga entre 5 y 15 años de cárcel- en el Juzgado de Garantía de Puente Alto consideraron que no existían antecedentes que probaran que el dinero que recibió era ilícito. Por eso la dejaron en libertad, aunque con arraigo nacional por seis meses.
¿Cuánto dinero recibió realmente? ¿Cómo lo ingresó a Chile? ¿Por qué ninguna institución sospechó de sus movimientos financieros? ¿Cómo logró comprar cuatro propiedades en Honduras un mismo día? ¿Quiénes la ayudaron?
La historia de Natalia no tiene para cuándo terminar. Ya se emitió una orden de captura internacional contra la joven y, como explica el jefe de lnterpol Chile, Pedro Cuevas, las autoridades hondureñas podrían iniciar por la vía diplomática los trámites para su extradición, por lo que ahora el tema pasa al ámbito de la Cancillería y la Corte Suprema. Quién lo hubiera pensado.