TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, lamentó y condenó este viernes el vil asesinato del comunicador social Francisco Javier Ramírez Amador en la ciudad de Danlí, El Paraíso, zona oriental de Honduras.
A través de su cuenta de X, antes Twitter, la diplomática estadounidense expresó sus muestras de solidaridad con el entorno de Ramírez Amador, señalando que su labor en medios de comunicación era valiosa.
Asimismo, Dogu señaló que el sangriento crimen amenaza la seguridad periodística en el país, recordando que anteriormente el comunicador había sido víctima de un atentado contra su vida en mayo del presente año.
“Lamento la pérdida de Francisco Javier Ramírez Amador. Su contribución como comunicador social era valiosa. Condeno este acto violento que amenaza la seguridad periodística. Mis condolencias a familiares, amigos y la comunidad”, escribió Laura Dogu en la red social.
Vil asesinato
Siete meses atrás, Francisco Javier Ramírez Amador escapó milagrosamente de la muerte luego de sufrir un violento atentado contra su vida. Lastimosamente, no corrió con la misma suerte en la madrugada de este viernes cuando desconocidos le cegaron la vida en Danlí.
El popular comunicador social recibió cinco disparo de arma de fuego en diferentes zonas del cuerpo cuando viajaba a bordo de su vehículo con dirección a su vivienda. Las heridas le ocasionaron la muerte rápidamente y su cadáver quedó dentro del automóvil, cuyos vidrios estaban perforados por las balas.
Ramírez Amador viajaba en el automotor en compañía de un agente policial identificado como Walter Noé Colindres Morazán, quien estaba a cargo de su seguridad desde el atentado que sufrió el 3 de mayo. El agente recibió dos disparos y fue llevado hasta Tegucigalpa, la capital de Honduras, donde se encuentra estable en un centro médico.
Los autores del atentado mortal huyeron del lugar sin poder ser identificados, por lo que de momento se desconoce quiénes eran y qué motivos tenían para querer asesinarle.
De acuerdo al comisario Lisandro García Muñoz, jefe policial en Danlí, el comunicador y el policía asignado para su custodia “habían estado departiendo en un bar y se maneja que de ahí les pudieron haber dado seguimiento”.
Muñoz, dijo al canal HCH que la Policía Nacional recibió la denuncia de que había una persona sin vida dentro de un vehículo a eso de las 10:30 de la noche del jueves 21 de diciembre, pero que no imaginó que podría tratarse de Ramírez.
García Muñoz precisó que han designado a cuatro equipos para poder realizar una profunda investigación en el caso para que les permita determinar las causas y los responsables del vil crimen contra el comunicador.
Asimismo, el jefe policial recordó que los implicados primer atentado fueron detenidos hace meses, pues el mismo Francisco Ramírez, una vez estable, pudo identificarlos y denunciarlos.
Los acusados fueron identificados como Cristian Anthony Colindres y Ronal David Ramírez Aplícano, a quienes se les juzgó por el delito de homicidio en su grado de ejecución de tentativa.
Sin embargo, no se descarta que este nuevo atentado, en el que se logró el objetivo de matarlo, esté relacionado con el primero, el cual según algunos de sus colegas, podría estar vinculado a sus empleos, ya que él, al tiempo que hacía su trabajo como conductor del Ministerio Público, aprovechaba para cubrir noticias relacionadas con esta fuente; pero serán las autoridades las encargadas de develar el móvil en las investigaciones.
¿Quién era Francisco Ramírez?
Francisco Ramírez era un reconocido comunicador en la zona oriental del país, en donde laboraba desde hace 15 años en medios de comunicación.
Ramírez Amador inició trabajando como camarógrafo, posteriormente pasó a ser operador y finalmente lo hizo como reportero. Además, laboró como conductor de vehículos en el Ministerio Público.
El ahora occiso se alejó de los medios de comunicación luego de que el 3 de mayo, fecha en que paradójicamente se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, sufriera un atentado contra su vida luego de haber sufrido tres impactos de bala por parte de desconocidos.
Luego del ataque violento, Ramírez se mantenía a la espera de la aprobación de una solicitud de asilo político para resguardar su vida lejos de Danlí. Lamentablemente, murió antes de que el lento proceso para su aprobación terminara.