TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las lluvias que han caído en el último mes han sido como una arma de doble filo para los productores, especialmente para los granos básicos.
Aunque en algunas zonas las precipitaciones que se han presentado fueron propicias para que los productores prepararan el suelo, en otras, las constantes lluvias no han dejado que los campesinos comiencen el proceso de siembra.
“Al inicio teníamos un verano prolongado que nos pasó factura porque no se podía preparar el suelo, de allí se nos vino el invierno de un solo, entonces solo se han podido sembrar los suelos que han dado las condiciones para poder sembrar”, dijo Dulio Medina, presidente de la Asociación de Productores de Granos Básicos (Prograno).
El dirigente campesino ejemplificó que solo en Olancho, donde en promedio se siembran unas 11,000 manzanas de tierra para maíz, apenas se han logrado preparar y sembrar unas 5,500 manzanas.
“De la siembra total que se hace en Olancho solamente se ha sembrado un 60%. Ya tenemos más de un mes de lluvia y solo se han podido sembrar una parte de la tierra”, apuntó.
A nivel nacional las lluvias han afectado los procesos de siembra en zonas como el occidente, el sur y parte del centro, donde en esta última zona los productores de hortalizas manifestaron que las lluvias han perjudicado sus cosechas.
“La producción que está ahorita está siendo afectada por la lluvia, por ejemplo en la papa, el tomate y el chile; eso hace que los precios suban”, dio el agricultor Carlos Valeriano, quien vende frutas y verduras en uno de los mercados capitalinos.
Sin embargo, para las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), si bien las precipitaciones han ocasionado pérdidas en algunos cultivos, son pequeñas las áreas dañadas.
El subdirector de Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (DICTA), Mario López, informó que las últimas lluvias que han caído en las zonas sur y suroccidente han afectado a pequeñas áreas cultivadas de los granos básicos y otros productos.
El funcionario lamentó las pérdidas, no obstante, resaltó que las afectaciones no significan un gran riesgo para la economía del país.
“Sin duda alguna otros cultivos permanentes, cultivos de frutales si pueden estar afectados, ya hemos visto imágenes de que las zonas sur y algunas del occidente hay afectación de las vías de comunicación y también de algunas pequeñas áreas de cultivo, afortunadamente no son muchas”, señaló.
Proyecciones climáticas
En las zonas donde los cultivos se han visto afectadas, las lluvias que cayeron fueron más de lo que se esperaba, según los reportes del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).
Francisco Argeñal, jefe de Cenaos detalló que en la zona sur, occidente y parte del centro durante junio llovió casi el doble de lo que normalmente llueve, “en la zona oriental de Yoro y Colón, en la zona de Atlántida y Cortés ha llovido un poco menos del promedio que eso fue lo que pronosticamos, que iba a llover poco menos que el promedio”.
Argeñal opinó que parte de las pérdidas de los productores se debe a la falta de planificación previa a las primeras precipitaciones.
“En mayo que estuvo seco no trabajaron la tierra y como junio fue bastante lluvioso en las partes bajas de Olancho me han dicho que no han podido meter maquinaria para poder sembrar, pero ahí han sido malas planificaciones, no porque las lluvias fueron malas, sino mala planificación de ellos”, enfatizó.
Ante eso, el meteorólogo recomendó a los campesinos planificar bien para la siembra de primera tardía, así como la postrera, pues en los meses después del período de canícula que se establece del 20 de julio al 10 de agosto, las lluvias arrecieran y podrían causar algún riesgo para las cosechas.
Para agosto, después del período de canícula, se espera que sea más lluvioso que el promedio, o sea, que en vez que llueva una vez cada cuatro días va a llover una vez cada dos o tres días, explicó.
“Ellos (los productores) tienen que buscar asesoría, porque octubre va a ser bastante lluvioso, entonces tienen que buscar una planificación para que la gente que no ha sembrado y va a sembrar primera tardía que lo hagan en estos días para poder cosechar antes de finales de septiembre, porque octubre será bastante lluvioso y la parte de postrera tardía, que le llaman ellos, pues empezarla después de octubre”, recomendó.
El experto añadió que deben considerar que si se van hacer cultivos en las riberas de los ríos se puede ver afectada su siembra por las altas precipitaciones que se esperan en octubre.
Intensión de siembra
Aunque las lluvias están provocando que el área de siembra de granos básicos se reduzca, factores como la falta de financiamiento, los bajos precios del mercado y la migración de los campesinos han hecho que han reducido la intensión de siembra.
Este año se estima que al menos 100,000 empleos se han perdido en el campo, lo que ha dejado en riesgo la producción de los granos básicos en el país.
Asimismo a nivel nacional son más de 26,000 manzanas de maíz que se sembraron el año pasado para el mercado industrial; sin embargo, este año las expectativas son sembrar al menos unas 20,000 manzanas, aseguran los campesinos.
Son unos 8 millones de quintales de maíz que se cosecharon en 2023 y este año se proyecta cosechar entre unos 6 o 6.5 millones de quintales, mientras en frijol la cosecha del año pasado fue de más 1.4 millones de quintales; este año se podría llegar a los 1.2 millones de quintales, estiman los productores.
Los campesinos piden a las autoridades gubernamentales subsidios y mayor acceso a financiamiento para motivar a que los productores regresen a trabajar en la tierra y así mejorar las cosechas.
