Tegucigalpa, Honduras.- La Red Humanitaria de Honduras, liderada por la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (Copeco) y el Sistema de Naciones Unidas presentó el Panorama de Necesidades Humanitarias y Plan de Respuesta 2025.
El documento establece las principales necesidades que tienen más de 1.6 millones de hondureños en 118 municipios, así como los montos que se requieren para brindar atención.
Esa población ha sido afectada directamente por los fenómenos climáticos, el ingreso de personas en movimientos mixtos y los impactos humanitarios de la violencia.
El plan establece que se requieren cerca de 138.5 millones de dólares (más de 3,500 millones de lempiras) para implementar proyectos que beneficien a 800,000 personas de las zonas prioritarias.
El dinero será distribuido para desarrollar 83 programas en sectores como seguridad alimentaria; protección, agua, saneamiento e higiene; salud, coordinación y gestión de albergues; nutrición, educación; y coordinación.
En el sector educativo el plan señala que se requiere de una inversión de 6.2 millones de dólares (unos 158 millones de lempiras) para beneficiar a más de 189,730 estudiantes.
El informe indica que el sector de educativo enfrenta retos críticos en emergencias, debido a la vulnerabilidad que tiene el país ante fenómenos naturales, crisis socioeconómicas y políticas.
Entre las principales necesidades incluyen infraestructura, acceso equitativo, recursos humanos y materiales adecuados, y programas psicosociales para estudiantes y docentes.
Durante el paso de la tormenta tropical Sara, en noviembre pasado, el sector educativo se vio bastante afectado.
Fueron 206 centros que resultaron con daños en ocho departamentos del país, siendo los más críticos Atlántida, Colón, Cortés y Yoro.
Los datos indican que 25% de los establecimientos escolares resultaron con daños en techos; 25% requiere de reparaciones generales, luego de los daños que sufrieron por las inundaciones.
Así mismo, el 20% reportó pérdidas de mobiliario, 1un 5% tiene necesidad de obras complementarias, mientras que el 10% resultó con daños en cercos perimetrales y el 5% con daños en drenaje.
Más de 42,200 niños, niñas y adolescentes fueron afectados por pérdidas materiales, en los centros escolare, lo que puso un riesgo del aumento de abandono escolar, afectación psicoemocional derivada de la exposición a emergencias, lo que impacta su rendimiento y salud mental.
Son aproximadamente nueve proyectos que se realizarán en el sector, con el propósito garantizar el acceso a una educación inclusiva, la permanencia y recuperación de aprendizajes en las comunidades afectadas con mayor vulnerabilidad e índices de abandono educativo.
En ese sentido se busca rehabilitar 100 centros en 38 municipios priorizados con reparaciones críticas, mobiliario, techos, pintura e instalación de módulos de higiene menstrual, beneficiando a más de 40,000 menores.
Como respuesta a personas en movimientos mixtos, se atenderá a 85,000 menores este año en espacios seguros y amigables de aprendizaje.