TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En la tortuosa ruta hacia Estados Unidos de forma irregular hay un grupo de pequeños viajeros que no eligieron esta travesía. Son los niños migrantes, que se enfrentan a diversas adversidades por llegar a un lugar que vislumbra esperanzas al otro lado de la frontera.
El trayecto es un lienzo de contrastes, cruzan por turbulentos ríos, escalan montañas y pasan días enteros sin comer y sin beber agua. Con suerte, se mantienen con sueros que les regalan en el camino, según varios testimonios recogidos por este rotativo.
Eso no es todo, la amenaza de ser víctimas de violación, de perderse o de ser raptados por bandas criminales dedicadas a la trata de personas está latente en todo momento.
EL HERALDO constató el significativo número de menores que viajan en la actual ola migratoria que cruza Honduras, que se refleja en los miles de extranjeros que deambulan por las calles del oriente del país.
Nadie les preguntó a los pequeños si querían ir a Estados Unidos, pero las condiciones en que vivían en su país de origen fueron determinantes para dejar de lado sus juguetes y comenzar, junto a sus padres, una ruta migratoria que incluye muchos riesgos.
Pero no es solo el viaje físico y la precariedad lo que soportan, sino también la carga emocional que acarrean, pues llevan consigo los recuerdos de amistades que dejaron atrás, el hogar que un día tuvieron y la incertidumbre del camino desconocido que viene por delante.
A pesar de todo, sus risas a veces rompen el silencio del camino para recordar que siguen siendo niños, aguerridos, pero niños, cuyos sueños son más grandes que ellos mismos.
Cifras
De acuerdo a los registros del Instituto Nacional de Migración (INM), 36,983 niños (el 16% de todos los extranjeros) han cruzado el país desde enero de 2023 hasta el pasado miércoles 23 de agosto de 2023.
La situación es preocupante por la falta de refugios en el país, especialmente en el municipio de Trojes, en El Paraíso, al oriente de Honduras, donde los migrantes han tenido que instalarse en las calles y parques con improvisadas tiendas de campaña donde pasan las noches.
Sobre la situación migratoria de los niños, la directora ejecutiva de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), Lizeth Coello, anunció la intervención junto al Sistema Integral de Garantía de Derechos de la Niñez y Adolescencia en Honduras (Sigadenah) para brindar atención a niñez migrante.
“En estos momentos, estamos trabajando incansablemente para asegurar que cada niño y niña migrante reciba el apoyo que merece para su bienestar físico y emocional”, expresó Coello.
Sus declaraciones surgen horas después de que defensores de derechos humanos denunciaran que muchos niños migrantes que ingresan al país presentan problemas de desnutrición, entre otras enfermedades.