Tegucigalpa, Honduras.- Mientras las calles del país se tiñen de rosa con vallas publicitarias en apoyo a la lucha contra el cáncer de mama y los perfiles en redes sociales de las distintas secretarías de Estado muestran el emblemático listón rosa, la realidad para los pacientes que llevan meses en una lista de espera en el Hospital San Felipe es diferente.
Esa imagen no es más que un símbolo vacío que no alivia su dolor ni resuelve su incertidumbre.
Octubre, un mes dedicado a la concientización sobre esta enfermedad, parece haber olvidado a aquellos que esperan desesperadamente atención. El San Felipe ha dependido de un convenio con el Centro de Cáncer Emma Romero de Callejas. Sin embargo, este acuerdo solo beneficia a los pacientes en estado crítico.
El Hospital San Felipe, durante muchos años considerado un referente en el tratamiento oncológico, ha visto cómo su prestigio se desvanece. Los propios pacientes reconocen que la calidad de la atención ha caído drásticamente.
Nelson Sánchez, director de este centro asistencial, confirmó a este rotativo que desde el 30 de septiembre los pacientes reciben su tratamiento, después de cuatro meses de espera, porque el convenio había vencido.
De acuerdo con el director un promedio de 10 pacientes diarios se está enviando al Emma Romero para que reciban sus radioterapias, pero la respuesta no es favorable para todos.
“Ellos trabajan hasta la 7:00 de la noche, pero queremos negociar con ellos para que atiendan hasta las 10:00 de la noche y así enviar más pacientes”, enfatizó el galeno.
Aseguró que el número de pacientes que se envía depende de la capacidad que tiene el Emma para atenderlos.
“Si hay alternativas para atender al resto de los pacientes, el Centro Oncológico Hondureño, pero no le están dando la prioridad que amerita”, fue una de las soluciones que recomendó Sandra Aquino, presidenta de la Asociación de Pacientes con Cáncer, para que no se deje a la deriva al resto de pacientes.
