TEGUCIGALPA, HONDURAS. Amedrentados por las amenazas de muerte que recibieron en su natal Colombia, Juan y Sofía, una pareja de migrantes, junto a su hijo Sebastián (nombres ficticios), huyeron de su tierra para lograr su objetivo: llegar a Estados Unidos.
Actualmente están en Tegucigalpa, donde venden dulces para comer y ahorrar dinero que les ayudará a continuar su ruta, una práctica que repiten cientos de personas en su misma situación. Así se evidenció durante un recorrido hecho por EL HERALDO en varios sectores de Comayagüela, donde se concentran cientos de migrantes de diferentes nacionalidades.
Estos visitantes temporales de la capital, cuando cae la noche, deben buscar un lugar donde dormir, por lo que tener al menos 200 lempiras en su bolsillo se vuelve una obligación para pagar su hospedaje sin derecho a comida. De lo contrario, las calles serán su único refugio.
Datos de migrantes
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), alrededor de 1,094,436 migrantes, de diferentes nacionalidades, han pasado por Honduras entre 2014 y el 16 de junio de 2024.
El INM también destaca que el país de Juan, Sofía y Sebastián es la quinta nacionalidad que más transita por Honduras para llegar a Estados Unidos. Sin embargo, Venezuela (36%), Cuba (24%), Haití (13%) y Ecuador (7.8%) ocupan la primera, segunda, tercera y cuarta posición respectivamente.
El mismo informe del ente migratorio señala que el 66% de los migrantes que quieren llegar a Estados Unidos tienen un rango de edades entre los 21 y 40 años, lo que refleja una población de jóvenes adultos; el 54% de este grupo son hombres.
Dificultades
Durante el trayecto se conversó con una familia de venezolanos, quienes denunciaron que en el hotel donde se hospedan, en Comayagüela, reciben malos tratos por parte de migrantes nicaragüenses. “Se creen los dueños del hotel, nos dicen que estaban más tranquilos sin nosotros”, comentaron.
“Los hondureños son muy buenos, ellos siempre nos tienden una mano”, destacó uno de los venezolanos que se encontraban en el lugar.
Joseana Martínez, gerente de Derechos Humanos y Atención al Migrante del INM, expresó: “Hemos tenido denuncias de distintas nacionalidades que a veces han tenido choque de cultura como cubanos, venezolanos, haitianos, entre otros.
La funcionaria agregó que el Instituto Nacional de Migración brinda apoyo a los migrantes mediante centros de atención médica y psicológica.
“Les damos kits de aseo y ropa a través de los centros de atención al migrante irregular que tenemos en Danlí, Tegucigalpa y Choluteca”, detalló Martínez.
De igual forma, aseveró que trabajan en conjunto con la Cruz Roja Hondureña, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM).
Además, explicó que los migrantes irregulares cuentan con una amnistía que abarca hasta el próximo año, la cual los exonera del pago de la sanción administrativa, que es de 250 dólares o medio salario mínimo.
El Decreto Legislativo No. 42-2022, publicado en el Diario Oficial La Gaceta, establece que “la amnistía migratoria otorga a los y las migrantes en situación de irregularidad la suspensión de la sanción administrativa por ingreso irregular a territorio nacional, contemplada en el Art. 104, numeral 1 de la Ley de Migración y Extranjería”.
En lo que va del 2024, el INM ya registró la entrada de 234,648 desplazamientos de migrantes, y los venezolanos siguen siendo la mayor cantidad de extranjeros irregulares que recorren Honduras.
Los departamentos por los que peregrinan son El Paraíso, Cortés, Francisco Morazán y Gracias a Dios.
Los migrantes de distintas nacionalidades tienen un mismo objetivo: llegar a Estados Unidos para poder tener una mejor vida y lograr sacar adelante a sus familias.
