Las capacidades técnico-productivas de miles de jóvenes en riesgo social han sido desarrolladas gracias al proyecto Bono Juvenil que implementa anualmente el Programa de Asignación Familiar (Praf).
El proyecto establecido desde el año 2000, ha permitido la inserción al mercado laboral de miles de jóvenes que habitan en zonas de extrema pobreza a nivel nacional.
Solamente el año pasado, 11 mil muchachos se beneficiaron con las bondades que ofrece el proyecto.
No es un simple bono
Bien reza un dicho: 'Es mejor enseñarte a pescar que entregarte el pescado' y eso precisamente es lo que persigue el proyecto Bono Juvenil.
'No se trata únicamente de entregarle una cantidad de efectivo a los jóvenes que aplican al programa, sino que se capaciten en áreas para que después sean útiles a la sociedad', dijo Roberto Rodríguez, coordinador del proyecto.
Las capacitaciones se dividen en 14 modalidades, las que van desde corte y confección hasta soldadura y se imparten tanto en zonas urbanas como rurales.
El programa se divide en tres etapas, la primera es la planificación, que dura los primeros tres meses del año.
Durante esta etapa se establecen las estrategias a seguir durante el resto del año, las zonas que serán beneficiadas, el número de jóvenes que podrán optar al bono y la contratación de las empresas que capacitarán en las diversas modalidades.
La segunda etapa se denomina levantamiento, que se traduce en la matrícula de los jóvenes que estén interesados y la que no les cuesta ni un centavo.
Seguidamente se llega a la capacitación que tiene una duración de dos meses, con un máximo de 50 alumnos por zona y que se dividen en jornada matutina y vespertina. Finalmente se realizan las graduaciones, ceremonias en las cuales se les entrega un diploma que los acredita como nuevos técnicos y el bono en efectivo de 600 lempiras.
'El objetivo es que los jóvenes que no están educándose en el sistema formal, logren obtener un conocimiento en las áreas técnicas u oficios', dijo Rodríguez.
La meta para este año es superar la cifra de 12 mil jóvenes capacitados en 15 departamentos de Honduras.
Jóvenes de la capital también se benefician
En diciembre pasado se graduaron 2,000 jóvenes del departamento de Francisco Morazán.
La ceremonia tuvo lugar en la plaza La Democracia y contó con la presencia de la ministra del Praf, María Elena de Zepeda, quien otorgó los diplomas y felicitó a los nuevos técnicos.
Jóvenes que habitan en zonas como Los Pinos, Villa Nueva, Las Torres, La Ulloa, 3 de Mayo, barrio Zipile, entre otras, fueron beneficiados con las capacitaciones que facilita el proyecto.
'Muchos jóvenes que no tenían una opción para capacitarse, lo lograron gracias al proyecto que presidimos', dijo Michelle Martínez, administradora del programa. Varios de los graduandos no tardaron en formar microempresas que actualmente les genera ingresos para ellos y sus familias.