TEGUCIGALPA, HONDURAS.- María Antonia Cruz, Dione Solórzano y Nikendra McCoy salieron de fiesta con el estadounidense Gilbert Reyes el pasado 7 de enero de 2024. Tras una noche de farra, dos días después fueron encontradas asesinadas dentro de un vehículo en Roatán, Islas de la Bahía.
La principal hipótesis es que Gilbert Reyes, expareja de Dione Solórzano, las mató, pero aun las causas son desconocidas.
El proceso de investigación sigue en curso y el extranjero está bajo la custodia de las autoridades hondureñas para deducir responsabilidades penales.
El caso de estas tres hondureñas que fueron asesinadas se ha replicado solo este año en 118 féminas más, que fueron ultimadas por diferentes razones en los distintos departamentos de Honduras, según cifras del Centro de Derechos de Mujeres (CDM) actualizadas hasta el 30 de junio de 2024.
Es decir, que en el primer semestre de 2024, al menos 121 mujeres fueron asesinadas, pero esta elevada cifra es una alarmante situación que se viene dando desde 2002 en Honduras.
EL HERALDO examinó datos oficiales de la Secretaría de Seguridad y otros organismos de mujeres, los cuales revelan que desde 2002 hasta los primeros seis meses de 2024, se han registrado al menos 8,121 asesinatos en contra de mujeres hondureñas.
Asesinatos de hondureñas
En las últimas dos décadas, las muertes violentas de mujeres han mostrado años críticos y otros con índices bajos, pero lo cierto es que las muertes de hondureñas sigue siendo un tema crítico y un flagelo que no se puede reducir, según explicaron organismos nacionales.
En 2002, unas 133 mujeres fueron asesinadas en Honduras; en 2003 la cifra aumentó a 146, y al año siguiente totalizaron 163. Solo en estos años, la tendencia marcó una pauta que hasta ahora es irreversible: cada año los asesinatos aumentaban.
En 2010 se llegó a un año crítico con 385 asesinadas; en 2012, la cifra aumentó a 606. El año 2013 fue el momento más severo en las últimas dos décadas, con 636 mujeres asesinadas.
Desde esa fecha, estos casos han disminuido, aunque hay años en los que las estadísticas se disparan, pero no al nivel de 2013.
En 2022 se registraron 299 casos, 389 el año anterior y este 2024 ya se documentan 121. Desde 2002 hasta 2023, se conocen 8,007 feminicidios en Honduras.
La información se ha cotejado con datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad, el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH), el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) y el Ministerio Público (MP).
De acuerdo con asociaciones de mujeres, Honduras tiene una de las tasas más altas de asesinatos de mujeres en América Latina.
“El 2013 fue el año más violento; estábamos en una crisis institucional, económica y social. La violencia ha disminuido en comparación con esos años, sin embargo, las tasas de asesinatos siguen siendo preocupantes. Estas tasas están entre las más altas en América Latina”, expuso Lara Bohórquez, coordinadora de la Unidad de Investigación Feminista del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
Para reducir este flagelo en Honduras, se deben considerar muchas variables que van desde la cultura humana y la educación hasta la seguridad del país.
“Primero se tiene que hacer investigación, que los sistemas de gobierno tengan un sistema receptor de denuncias, de procesamiento de datos, de poder analizar qué significa esta violencia contra las mujeres, cómo se está dando y por qué se está dando”, dijo la experta.
Sugirió que “hay que apostar a la prevención porque sabemos que el endurecimiento de penas no garantiza justicia. Necesitamos procesos dignos de acceso a la justicia para las mujeres”.
Este rotativo intentó comunicarse con autoridades de la Secretaría de Seguridad, pero no respondieron los mensajes ni llamadas.
Deficiente proceso judicial
De acuerdo con las organizaciones de mujeres, el sistema judicial de Honduras debería jugar un papel clave, pero en cambio, realiza procesos obsoletos con personas que no están capacitadas.
“Un análisis superficial del Poder Judicial revela que muchos de los casos que ingresan a la Corte Suprema de Justicia no tienen una resolución y, si la tienen, son pocas las condenatorias”, lamentó Bohórquez.
Durante 2023, en el Ministerio Público se documentaron 308 procesos sobre muertes violentas de mujeres. De estos, el 6% (19) se presentaron para investigar por el delito de feminicidio. La gran mayoría de los casos ingresan para ser investigados por el delito de homicidio con un 82%, seguido del delito de asesinato con un 8.4%, por el delito de parricidio el 3% y, en último lugar, se investiga por feminicidio.
Los datos corresponden a un solo año y no significan que el 100% lleguen a la etapa de judicialización, donde se establecen las sentencias, según el Foro de Mujeres por la Vida.
Mientras tanto, el Poder Judicial notificó 50 resoluciones firmes emitidas desde los juzgados de sentencias a nivel nacional por el delito de feminicidio, desde 2014 hasta 2023.
De estas, solamente 32 son sentencias condenatorias y otras 16 son sentencias que absuelven a los imputados.
En ese mismo período, ingresaron 86 casos a los tribunales de sentencias, lo que significa que 36 aún se encuentran en la etapa de judicialización, mientras que las mujeres asesinadas llegaron a 4,078 de 2014 a 2023.
“En este país hay una enorme debilidad en la parte de justicia. Las muertes violentas de mujeres siguen quedando en la impunidad, por lo tanto, los feminicidas están en la calle y continuarán cometiendo estos delitos mientras el Estado no dé mensajes claros de condena a los asesinos y de defensa de las vidas de las mujeres”, manifestó Andrea Paz, miembro del Foro de Mujeres de Honduras.
EL HERALDO se contactó con Rubenia Galeano, magistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), para conocer su reacción sobre este tema, pero explicó que su agenda estaba ocupada y solo podía atender después de esta publicación.