OLANCHO, HONDURAS.- El drama que vive el departamento de Olancho por el impacto de la pandemia de covid-19 se refleja en las lágrimas de familiares que ante la falta de un triaje habilitado o por la saturación de los centros asistenciales han perdido un familiar.
El escenario es duro y cruel. La tasa de letalidad en el departamento más grande del país es del 4.2%, es decir que muere más gente de lo que se tiene estimado por covid-19.
Esta complicada situación la viven los 14 mil habitantes de Guarizama, al tener un repunte en el número de casos y muertos.
Román Ruiz, alcalde de esta comunidad, lamentó que de ser uno de los municipios que inició con la lucha, ahora se han quedado sin fondos, porque recibieron ingresos pero el gobierno los destinó para saldar deudas. “Los casos en la comunidad se han disparado, no hay capacidad de atención y el centro asistencial más cercano está en Juticalpa, pero no hay cupos”, relató.
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Aseguró que ya está liquidando los fondos y que esperan se inyecten más recursos porque de lo contrario no soportarán la avalancha de casos.
Además de este municipio están saliendo a buscar atención a otras ciudades, situación que comparten otras comunidades y se van hacia otros departamentos colindantes.
Los municipios con mayor tasa de mortalidad son Manto, Juticalpa, Catacamas y Guarizama. Solo en Juticalpa se reportan al menos 200 fallecidos durante la pandemia.
En el departamento hay unos 20 centros de triaje cerrados por falta de fondos. Entre las últimas solicitudes que han realizado las autoridades del Comité de Emergencia Municipal de Juticalpa es que el toque de queda debe ser de lunes a viernes desde las 7:00 PM hasta las 5:00 AM, y los sábados la actividad comercial debe cerrar desde la 1:00 PM hasta las 5:00 AM del lunes. Además que se debe retomar el sistema de dígitos, por lo menos 30 días.
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