TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los pacientes oncológicos que reciben su tratamiento en el Hospital San Felipe recibirán el 2024 bajo incertidumbre y preocupación: podrían quedar a la deriva a partir de enero debido a que sigue mal la máquina para radioterapias y vence el convenio con la fundación donde temporalmente podían recibir atención.
Todo comenzó cuando la bomba de cobalto del centro asistencial se averió y el proceso para reactivarla conlleva más de siete meses.
Es decir, los pacientes con cáncer no han estado recibiendo su tratamiento (radioterapias o braquiterapias) desde hace más de cuatro meses en el centro asistencial, por lo que se sienten condenados a morir.
Ante esta situación, el ministro de Salud, José Manuel Matheu, firmó el 16 de octubre de 2023 un convenio con el Centro de Cáncer Enma Romero (CCER) para brindar a los pacientes el servicio mientras se adquiere el presupuesto para reparar la bomba de cobalto.
Sin embargo, dicho convenio termina este próximo 31 de diciembre, por lo que los pacientes volverán a la triste realidad de no volver a recibir sus tratamientos a partir del 1 de enero de 2024.
EL HERALDO le consultó al director del San Felipe, Carlos Murillo, cómo sería la situación ahora que culmine el convenio con el CCER, pero este no dio respuesta.
Preocupación
Ana López, paciente con cáncer que asiste al Hospital San Felipe, dijo estar preocupada ya que siente que retrocederá nuevamente en su proceso contra la enfermedad.
“Yo trato de ir siempre a mis radioterapias, uno no puede faltar a ninguna de ellas, con estas que he recibido voy avanzando, pero solo pienso que será en vano porque si nos dejan otra vez sin tratamiento, será volver a lo mismo”, expresó de forma afligida la mujer de 54 años de edad.
Mientras tanto, los pacientes deberán de esperar hasta abril de 2024 para poder recibir sus tratamiento en ese centro hospitalario.
En ese tiempo se llevará a cabo el proceso de adquisición del dinero para reparar la bomba que ha colapsado debido a la falta de mantenimiento preventivo en la administración anterior, según Matheu.
Se desconoce si volverán a suscribir un convenio con las autoridades del Enma Romero para poder ayudar a los pacientes oncológicos a que no dejen de recibir sus tratamientos.
Lo único que podría favorecer al centro asistencial es que se logre culminar la construcción del búnker para que se instalen los aceleradores lineales que permitirán atender a un mayor número de pacientes oncológicos y brindar un mejor servicio en medio de esta precaria situación.
Se espera que este búnker esté terminado en el primer trimestre de 2024.