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Tegucigalpa, Honduras.- Aunque los 391.82 kilómetros de la carretera CA-5 Norte están en buen estado, lo cierto es que el pago de los tres peajes en esta arteria vial afectan económicamente a los hondureños que transitan desde un vehículo liviano hasta uno de 9 ejes.
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EL HERALDO contactó a usuarios frecuentes de la carretera que conecta Tegucigalpa con el norte de Honduras, que está a cargo de la Concesionaria Vial de Honduras (Covi-H), quienes externaron su malestar por tener que pagar hasta seis veces el uso en un día y cómo esto, en consecuencia, afecta sus finanzas personales.
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Por ejemplo, desde las 4:00 de la mañana, Wilmer Pineda calienta su vehículo de 6 ejes con una carga de sacos de cemento para trasladarlos desde San Pedro Sula, Cortés, a Tegucigalpa, la capital de Honduras.
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Él es un hondureño que labora para una empresa productora de cemento en San Pedro Sula, y todos los días traslada el producto a la capital.
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Aunque es empleado, la empresa para la que trabaja le deduce un porcentaje de su salario mensualmente para pagar los peajes por los que pasa para cumplir con su asignación.
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“Al ser contratados, ellos (las autoridades de la empresa) nos dicen claro cuánto nos van a pagar y que un tres por ciento de nuestro dinero será para el pago de peajes (...) nosotros aceptamos porque no hay de otra”, contó.
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“Imagínese que la rastra que andamos es de 6 ejes y por eso pagamos 269 lempiras por cada peaje; pagamos ida y vuelta. Es mucho dinero. Y si sumamos que son como 10 rastras que todos los días hacen la misma ruta, es mucho”, se quejó el conductor.
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La carretera que va desde Francisco Morazán hasta Cortés consta de tres peajes y, de acuerdo con la versión del conductor de rastra, diariamente la empresa para la que labora gasta 1,614 lempiras solo en pago a la concesionaria.
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Ese dinero sale del salarios de los trabajadores, dijo Pineda.
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“Esto a mí me afecta porque de mi salario me quitan un 3%, y claro, es peor no tener trabajo. Pero es aquí donde el gobierno tiene que ser consciente y ver cómo quitar eso, como lo prometieron”, lamentó.
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Pero así como Wilmer Pineda, está Ángel Molina, un capitalino que trabaja como docente en Comayagua que, por su vehículo liviano, paga 22 lempiras por ida y lo mismo por la venida: 44 en total.
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Aunque el costo es menor en comparación a lo que pagaría un vehículo de 6 ejes, “si usted suma esos 44 lempiras por los 20 días mensuales que se trabaja, son casi mil lempiras (880 lempiras). ¿Por qué tengo que pagar esa cuota por ir a mi trabajo?”, preguntó Molina.
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“Le suplicamos al gobierno que, así como prometieron quitar los peajes, que de verdad lo hagan. Esto es un costo extra para los hondureños y apenas tenemos para gasolina, que también es cara”, argumentó.
En 10 años de operación
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En contraste, datos obtenidos por EL HERALDO muestran que más de 5,900 millones de lempiras ha recaudado la empresa ecuatoriana Concesionaria Vial de Honduras en más de una década de operación.
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En comparación de lo recaudado con lo invertido hasta la fecha por la concesionaria en la carretera, han sido de 189.7 millones de dólares en ampliación y mantenimiento de la CA-5.
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Además, se han invertido 35 millones de dólares en operación de peajes, pagos de garantías y seguros requeridos conforme al contrato de concesión.
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En 2014 se comenzó a cobrar en la primera caseta de peaje, ubicada en Zambrano, Francisco Morazán, mientras que en 2015 comenzaron operaciones en los puntos en Santa Cruz de Yojoa, en Cortés, y Siguatepeque, en Comayagua.
Afectación económica
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Para el transportista hondureño Rafael Medina, lo de Covi-H es una barbarie porque “la economía del país está bien difícil y cobrando más, se pone más complicado para el transportista, porque la situación es precaria”.
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Ejemplificó que “los fletes de los camiones no los pagan bien y encima los conductores pagan peajes. Imagínese cuánto es si van hasta San Pedro. Las compañías también se van porque no hay seguridad en las calles y cobran por recorrer el país”.
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Henry Rodríguez, jefe de la carrera de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), expresó que “claro que esto afecta a la economía del país porque el gobierno asume los incrementos”.
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“Esto impacta de manera directa en el bolsillo de todos los que viajamos, hasta a los mismos empresarios. A las empresas de transporte les afecta, y lo que hacen ellos es aumentar los pasajes, lo que afecta a los usuarios”, añadió.
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Para el docente, desde el punto de vista económico, el cobro de peaje también provoca que los productos aumenten su precio, ya que las empresas pagan peaje, y eso se refleja en el encarecimiento del costo de vida en el país.
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“Sería diferente si hubiera rutas alternas, como en otros países, donde no es obligatorio pagar, pero aquí no hay”, lamentó Rodríguez.
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Una comisión especial del Congreso Nacional ya ha realizado varias revisiones al contrato de Covi y se han encontrado cláusulas que perjudican al país, según el mismo Poder Legislativo.
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“Se han revisado las cláusulas y se han encontrado algunas que son leoninas y que solo favorecen a la concesionaria”, reveló Obed López, diputado oficialista de Libertad y Refundación (Libre).
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“Nosotros no queremos llegar a demandas, por eso preferimos el diálogo, y la concesión es a 40 años”, justificó López al consultarle por qué el gobierno no ha cumplido la promesa de eliminar los peajes.
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Al final, dicen los protagonistas, es el pueblo hondureño el que asume de manera directa e indirecta las decisiones “erróneas” de las autoridades del país.
