El embajador de Estados Unidos, James Nealon, negó que se vayan a aplicar penas blandas a los supuestos narcotraficantes hondureños que sean extraditados a su país y , al contrario, advirtió que las condenas para estos serán “largas y duras”.
“Los castigos en Estados Unidos van ha shacer largos y duros”, dijo el diplomático a periodistas mientras acompañaba al senador demócrata Thomas Carper en un recorrido por San Pedro Sula.
La posibilidad de que los capos hondureños que sean extraditados a Estados Unidos reciban penas blandas trascendió luego de que el connacional Carlos Arnoldo Lobo , extraditado a Estados Unidos, admitiera en septiembre pasado los cargos de tráafico de drogas que se le imputó un tribunal de Miami.
El apoderado legal en Honduras de Lobo, Raúl Suazo, dijo que sue representado se declaró culpable porque había negociado la pena, lo que hizo suponer que el confeso narcotraficante estaría poco tiempo en prisión.
La pena máxima por los delitos de tráfico de droga con destino a Estados Unidos que le imputan a Lobo es de cadena perpetua, en el caso de que sea declarado culpable sin negociación de condena.
Cables de prensa internacional indicaron que la sentencia mínima que podría recaer sobre Lobo , una vez confesado su culpa, sería de 10 años, pero sin referirse a la cantidad máxima.
El presidente Juan Orlando Hernández pidió que las condenas en contra de compatriotas que sean extraditados a Estados Unidos sean severas.
El embajador Nealon aclaró que si bien no se tiene contemplado imponer sentencias débiles en contra de los narcotraficantes, no puede referirse en detalle sobre el grado de los fallos.
“Jamás vamos a hacer comentarios en casos específicos en extradiciones, pero estamos trabajando de forma permanente con este gobierno para extraditar a los malos narcos a Estados Unidos”, comentó.
“Sapos”
Uno de los casos más célebres de narcotraficantes que negociaron sus penas a cambio de brindar información a las autoridades estadounidenses es el del colombiano Andrés López, autor del libro “El Cartel de Los Sapos”.
López, alias “ El Florecita”, fue condenado a 11 años de prisión, pero solamente purgó 20 meses tras las rejas debido a que aceptó ser informante de las instituciones antidrogas de ese país.
Estados Unidos no ha informado si Carlos Lobo también aceptó ser informante como condición para recibir una sentencia menor.
Casos pendientes
En octubre pasado se realizó la segunda extradición de un hondureño, Juving Alexander Suazo Peralta, por su presunta asociación con el tráfico de estupefacientes.
Suazo, a quien se le sindicaba como el lugarteniente de Lobo, no interpuso ningún recurso en contra de su extradición. La justicia hondureña todavía tiene pendiente resolver los pedidos de extradición de José Inocente Valle, su esposa Marlen Gricelda Amaya, y sus hermanos Miguel Arnulfo, Luis Alonso Valle Valle, además de Héctor Emilio Fernández Rosa, quienes se encuentran presos.
De igual manera hay 18 órdenes de captura sin ejecutar en contra de hondureños pedidos en extradición por Estados Unidos.
Honduras extraditó en mayo al primer nacional acusado por delitos vinculados al narcotráfico. Carlos Arnoldo Lobo se declaró culpable ante un tribunal de Miami por el delito de asociación ilícita para traficar cocaína a sabiendas de que sería distribuida en Estados Unidos.
En octubre fue entregado al gobierno estadounidense Juving Alexander Suazo Peralta, convirtiéndose en el segundo hondureño en ser extraditado por su presunta asociación con el tráfico de estupefacientes.
Aún se encuentran pendientes los procesos de extradición de otros cinco compatriotas, de los cuales un juez de la Corte Suprema de Justicia ya aprobó cuatro: el de José Inocente Valle, su esposa Marlen Gricelda Amaya, y sus hermanos Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle Valle.
Las resoluciones deberán ser confirmadas, revocadas o modificadas en los próximos días por el pleno de la CSJ.