Tegucigalpa, Honduras
La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, y la señora Aurora Pineda mediante una carta pública solicitaron ayer al Congreso Nacional (CN) extender el período de funciones de la Comisión de Depuración y Transformación de la Policía Nacional.
Tanto Castellanos como Pineda fueron víctimas de malos policías que el 22 de octubre del 2011 asesinaron a sus hijos Rafael Vargas y Carlos Pineda.
En la misiva, la exrectora y Pineda establecen que “la tarea no está completa, pero es mucho más de lo que hubiésemos imaginado posible.
Hace falta que los crímenes y los delitos sean investigados, y los responsables castigados, pero ello corresponde a otras estructuras de Estado responsables de la seguridad y la justicia”.
Sobre la petición, Tomás Zambrano, diputado nacionalista, dijo que “desde el Congreso Nacional a criterio propio, al igual que de varios compañeros diputados y del presidente Oliva, están en total acuerdo de buscar la ampliación del mandato de la comisión de depuración”.
El 20 de enero próximo concluye el mandato para el cual fue creada la depuradora.
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