Dos puentes destruidos, uno dañado y casas inundadas es parte de los daños causados por las fuertes lluvias que se han registrado en el occidente de Honduras.
Reportes de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), establecen que alrededor de seis mil personas se encuentran incomunicadas debido a la destrucción de dos puentes en la zona.
Naudi Tinoco, miembro del Comité de Emergencia Municipal de Zacapa, comentó que todo comenzó a eso de las 10:00 de la noche del martes, con una leve lluvia que poco a poco se fue extendiendo con rachas de vientos y fuerte actividad eléctrica que duró alrededor de dos horas y media.
“De repente, todo mundo estaba gritando que el barrio Flor del Campo estaba inundado y la quebrada se había llevado el puente que meses atrás fue reparado por la municipalidad”, aseguró Tinoco.
Debido a que el agua había llegado a un nivel muy alto y que pasaba de las ventanas de las viviendas, nadie se atrevía a entrar porque podían ser arrastrados por las corrientes.
Los miembros de la Corporación Municipal de Zacapa junto a las autoridades de Gobernación y de Copeco, declararon alerta amarilla por 72 horas, pues las fuertes precipitaciones van a continuar afectando el lugar.
El comité de emergencia habilitó un albergue, donde permanecen siete familias debido a que perdieron todas sus pertenencias.
Evaluación de daños
Nery Hernández, alcalde de Zacapa, junto a Alex Estévez, subcomisionado de Copeco en San Pedro Sula, acudieron al lugar para evaluar los daños causados y ayudar a los afectados. Hernández confirmó la destrucción de dos puentes.
Uno de ellos se encuentra en el barrio Flor del Campo que comunica con diez aldeas entre ellas: Agua Zarca, El Zapote, Azacualpa, Agua Caliente, Carcamón, Quebrada Onda, Monjarás, Santa Ana, Canculunco y La Venada y el norte de Lempira y el puente que está en la aldea Agua Zarca, a 45 minutos de la cabecera departamental.
El edil explicó que un total de 25 viviendas fueron dañadas. Gracias a Dios no se registra la pérdida de vidas humanas, solo son daños materiales como enseres de cocina, muebles y camas. Las fuertes corrientes también arrastraron caballos, cerdos y gallinas.
Dramático
Debido a que el nivel del agua subía aceleradamente, los adultos subían a los niños a las terrazas. “No podíamos abrir las puertas, solo Dios sabe cómo nos salvamos, el niño de siete años cayó de la terraza al agua y solo gritó ¡mamá, no puedo más, ya no aguanto!”, contó Orbelisia Bardales, madre del menor que logró sobrevivir.
Por su parte, Nery Bardales, de 64 años, residente en el barrio Flor del Campo, contó que perdió el material de su sastrería. “Mire, ese puente se fue a las 12:00 de la noche en punto, se escuchó que sonó al caer y yo dije: ‘estamos perdidos, ayúdanos, Dios mío”, explicó.
Una niña cayó al agua cuando el puente cedió, pero lograron rescatarla. “Eso fue dramático, no se lo deseo a nadie, esto es horrible porque perdimos todo y hoy no tenemos nada”, dijo Bardales.
A las labores de rescate y limpieza se sumaron al menos 200 personas entre policías, bomberos y militares. Las autoridades de Zacapa pidieron que les envíe ayuda lo más pronto posible.
También piden a Soptravi restablecer el paso hacia las comunidades. Maquinaria del Ejército empezó a construir vados provisionales para poder trasladar comida y agua para los damnificados.
Copeco mantiene alerta amarilla y alerta verde
Las autoridades de Copeco decretaron alerta amarilla por 48 horas en los municipios aledaños a la cuenca del río Ulúa.
La medida se debe a que las estaciones telemétricas de San Francisco de Ojueras, Chinda y Santiago indican que el caudal del río ha sobrepasado los niveles de seguridad y se puede desbordar y causar inundaciones en Potrerillos, Pimienta, Villa Nueva y San Manuel en Cortés; San Rita, El Negrito y El Progreso en Yoro; así como Ramal del Tigre en Atlántida.
También se mantiene en alerta verde por 48 horas en los departamentos de Ocotepeque, Copán, Lempira, Intibucá y Santa Bárbara, ya que la onda tropical dejará fuertes precipitaciones.
La región occidental del país ha sido la más golpeada por los embates de la naturaleza en las últimas semanas. A finales de septiembre, las fuertes precipitaciones dejaron incomunicados a los pobladores de San Marcos, La Encarnación, San Jorge y San Fernando,
Ocotepeque.