Cotes de energía
Para el
exfiscal
general de Honduras,
Edmundo Orellana
Mercado, que la cúpula policial se someta a las pruebas de confianza no evitará que se continúen registrando actos violentos en el país.
Con estas evaluaciones lo que se pretende es que la población piense que la delincuencia o violencia se va a reducir.
“Aquí lo que se le está haciendo al pueblo hondureño es la aplicación de un supuesto medicamento, es una sustancia que se cree que es una medicina, pero que realmente no es más que algo que genera la sensación de que se está aplicando la medicina, pero no es así”, declaró.
Afirmó que al someter a las pruebas de confianza a las máximas autoridades de la institución policial, “no se está haciendo nada, porque no sirve absolutamente para nada”.
De igual manera sostuvo que aun con la aplicación de las pruebas de confianza los homicidios y los actos
delincuenciales “van a seguir porque no es con pruebas de confianza que se evitan los niveles de violencia, es haciendo más efectiva a la Policía en su labor”.
Expresó que las pruebas de confianza debieron aplicarse “de arriba para abajo”, es decir del director general a la escala básica.
“El polígrafo debe aplicarse sólo a quien va a ingresar a la institución para determinar si es una persona confiable”, recomendó.
El
exfiscal
critico que “el gobierno no está haciendo absolutamente nada en seguridad y esa es responsabilidad del Estado y el gobierno no hace absolutamente nada inteligente y razonable para evitar que esos niveles de inseguridad no aumenten”.
Así mismo recomendó a las autoridades policiales que para brindar seguridad se “debe tener más presencia en las calles, que esté ahí donde el ciudadano anda”.
Explicó que es necesario que la Policía abandone el patrón militar en donde pasan
acuartelados, “ahí pasan metidos en las postas, en los cuarteles, pero no los ve en las calles”.
Dijo que en las calles del país se ven los
congestionamiento
viales pero no se ven los agentes de Tránsito; se comete asesinato y los cadáveres permanecen varias horas en la calle a la espera de la llegada de la Policía y el Ministerio Público.
“Definitivamente
los sistemas de seguridad no están funcionando, la Policía se ha demostrado totalmente incapaz para enfrentar el crimen”, enfatizó.
