Tegucigalpa, Honduras
Son muchos los mitos y leyendas que se esconden detrás del juego de pelota maya.
Este deporte, que apareció por el año 1400 a.C., era practicado como una actividad sociocultural por niños, hombres y mujeres de Mesoamérica, que comprendía la mitad meridional de México, los territorios de Belice, Guatemala y El Salvador, y el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
En aquella época, este deporte formaba parte de la vida cotidiana y también se realizaba en algunos eventos importantes relacionados con la política y la religión, y hasta se creía que los participantes se jugaban la vida.
El origen de este deporte aparece registrado en el Popol Vuh, un escrito sagrado de la cultura maya.
En él se cuenta la historia de los hermanos Hunahpú e Ixbalanqué, quienes retaron a los dioses de la muerte y bajaron al inframundo para realizar el juego ritual denominado por los mayas pok ta pok, nombre que surgió del sonido que se formaba del rebote que hacía la pelota al impactar en las paredes o en el piso.
El objetivo de los hermanos era conseguir a toda costa la victoria de la luz, se cuenta que cada lanzamiento alcanzaba gran velocidad, lo que hacía más difícil el juego.
Al final, los hermanos perdieron la batalla y fueron sacrificados, convirtiéndose así en el sol y la luna. Toda esta leyenda es parte de una cosmogonía.
Este deporte ancestral no fue practicado solo por los mayas, sino también por los españoles, que en aquellos tiempos lo hacían con un enfoque secular y se dice que apostaban esclavos además de tesoros de oro y jade.
El juego en Honduras
En nuestro país, que también es territorio maya, a un milenio después de que se jugara por última vez este juego en Copán, renace a través de la Asociación de Juego de Pelota Maya de Honduras (Asopemah), proyecto que se fundó en febrero del presente año con el fin de rescatar este deporte ancestral.
El promotor es David Franco, un epigrafista e historiador hondureño quien tiene como objetivo hacer que el juego se vuelva tan popular como lo es el fútbol en la actualidad. Otra de las cabezas de la asociación es Edgar Soriano, vicepresidente de la Asopemah, quien se muestra con grandes expectativas sobre el proyecto.
“No lo pensé dos veces cuando David me habló del tema, por una parte me pareció una buena oportunidad de resaltar el nombre de Honduras a través de este juego y por otro lado es interesante el hecho de experimentar de alguna manera las tradiciones que rodeaban a nuestros ancestros”, dijo Soriano.
Ambos estudiosos de la cultura convocaron a otros amigos, en su mayoría jugadores de fútbol americano, estudiantes y profesionales de la medicina y las leyes para conformar la primera liga.
Una vez formado el equipo se afiliaron a la Asociación Centroamericana del Pok Ta Pok, dirigida por el profesor mexicano Manrique Esquivel.
“Hemos recibido el apoyo de esta asociación, incluso de México nos enviaron como obsequio una pelota que tiene un costo de 12,000 pesos mexicanos, un aproximado de 30,000 lempiras hondureños. Es una pelota de puro caucho que difícilmente hubiéramos encontrado aquí”, apuntó Soriano.
Murciélagos Negros
Este es el nombre que los hondureños escogieron para darse a conocer nacional e internacionalmente, considerando que el murciélago es el emblema de Copán, tierra donde yacen las esculturas hechas por los mayas, y qué mejor que englobar esta riqueza en su nombre.
Dentro de este se dividieron dos equipos para realizar los entrenamientos, cada uno se hace llamar Ulúa y Gualcarque, los nombres de dos ríos de Honduras.
Pese a que se muestran emocionados por el proyecto, como asociación se han enfrentado a muchos retos, el más grande de ellos es el financiamiento.
Soriano asegura que han tocado las puertas de algunas empresas, no obstante, ha sido difícil tener respuestas.
“Hay personas que de manera individual nos han ayudado, sin embargo, la mayoría de los costos los autofinanciamos nosotros. Queremos que la gente entienda que este es un proyecto para Honduras, nosotros no estamos ganando, sino haciendo un esfuerzo por crear este proyecto”, puntualizó el historiador.
Campeonato de pelota maya
El 27 de septiembre viajó a Guatemala la delegación de los Murciélagos Negros para participar por primera vez en el II Campeonato de Pelota Maya. El encuentro, que se desarrolla este fin de semana, “lejos de ser una competencia, es un encuentro cultural en el que además de buscar uno de los primeros lugares, también es una buena oportunidad de enlazarnos con nuestros hermanos de Mesoamérica y compartir tradiciones de nuestros antepasados”, finalizó Edgar Soriano.
El próximo año pretenden afianzar una liga en Honduras, trabajar con jóvenes universitarios y lograr que el juego sea parte del plan de estudio.