LA LIMA, HONDURAS.- En una caravana de vehículos de la Municipalidad de Las Vegas, Santa Bárbara, iniciaron el traslado de los cuerpos de tres jóvenes, originarios de esa región del país, que murieron asfixiados en un tráiler mientras buscaban el sueño americano el pasado 27 de junio.
Uno detrás del otro fueron colocados los ataúdes para iniciar el recorrido hacia Santa Bárbara donde los espera la comunidad y familia para darles cristiana sepultura a los hermanos Fernando Caballero, Alejandro Caballero y la novia de este último Margie Paz.
LEA: Los sueños de los hondureños víctimas de la tragedia migrante más mortífera de Estados Unidos
Así como iniciaron juntos la travesía migrante a mediados de junio, llegaron juntos hoy sus cadáveres y juntos serán trasladados hasta la tierra que los vio nacer.
El alcalde de Las Vegas, Víctor Hugo Tejada, quien se hizo presente a la terminal aérea para encargarse de los trámites para que los cuerpos fueran entregados a las familias lamentó lo sucedido. “Acá están tres jóvenes llenos de vida que se les ha apagado la luz”, dijo con su voz entrecortada por el sentimiento.
“Nos duele mucho”, dijo al recibir los cuerpos de Margie Paz, Alejandro y Fernando Caballero y agregó que “esto no solo es en Las Vegas, no solamente Honduras o Centroamérica, ese furgón tenía una muestra de lo que sucede en estos países de la región y esperamos que el gobierno de Estados Unidos cambie sus políticas y la migración se detenga”.
VEA: ¡Por fin en casa! Dolorosa llegada de cuerpos de hondureños que murieron en tráiler en Texas
También lamentó la situación que vive el pueblo hondureño que los obliga a migrar, “que podamos acaparar esos talentos que se van, nos duele mucho porque son jóvenes como Margie una licenciada en Economía, un licenciado en Mercadotecnia en el caso de Alejandro, y Fernando que era una promesa en el fútbol”.
Los cuerpos de los tres jóvenes arribaron al país este viernes junto a los de Adela Betulia Ramírez, Jazmín Nayarith Bueso y Belkis Esmeralda Anariba Cáceres quienes también fueron víctimas de la mayor tragedia migrante en San Antonio, Texas.