TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El designado presidencial, Salvador Nasralla reaccionó a las declaraciones vertidas por el diputado del partido Libertad y Refundación (Libre), Jorge Cálix, asegurando que dicho parlamentario sería una “solución” a la problemática del Congreso Nacional.
Según el congresista del partido de gobierno, al no convocar a sesiones, la responsabilidad recae en el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo.
En ese sentido, Nasralla opinó que Cálix cuenta con los “votos suficientes” para resolver la elección del fiscal general y adjunto, juicios políticos para involucrados en actos de corrupción, entre otras actividades no detallas.
No obstante, afirmó que el parlamentario recibiría represalias por parte del coordinador de ese instituto político, el expresidente Manuel Zelaya Rosales (2006-2009).
Las declaraciones del designado presidencial genera polémica, pues en los comentarios de dicha publicación, algunas personas atribuyen a que Cálix podría tomar la titularidad del Legislativo, pues a criterio de Nasralla, cuenta con los votos suficientes en su bancada.
No obstante, no aclaró si se trata de una presunta incitación a tomar dicho cargo o solamente se limita al proceso de las nuevas autoridades del Ministerio Público.
Daño a la presidenta
Cálix, consideró que lo que ocurre en el Congreso Nacional la noche de este martes “golpea los cimientos del gobierno de Xiomara Castro.
“Los que están alimentando este clima de polarización, le causan un inmenso daño a la imagen del gobierno de la presidenta Castro. Un congreso cerrado por dos meses e incapaz de mantener un diálogo político de altura, golpea los cimientos del gobierno.
Y agregó a su intervención “compañeros del Partido Libre: ya no somos oposición, somos gobierno, no podemos ser parte del problema, estamos obligados a dar soluciones a los problemas del país. Reflexionemos”, escribió el parlamentario en su cuenta de X.
En mensajes anteriores, Cálix había mostrado su desacuerdo por la parálisis legislativa que lleva dos meses ante la falta de acuerdos de los partidos políticos para nombrar al nuevo fiscal General y adjunto.
Cálix se mantuvo al margen del zafarrancho por parte de los colectivos de su partido y mostró una postura neutra, rechazando los actos de violencia por parte de sus corriligionarios.
