Tegucigalpa, Honduras.-Después de más de una década de la muerte de Isis Obed Murillo, asesinado durante las manifestaciones del golpe de Estado de 2009, su caso vuelve a resonar en los medios de comunicación tras la captura de tres exmilitares, entre ellos el general en condición de retiro Romeo Vásquez Velásquez.
En una conferencia de prensa, el padre de Isis Obed recordó cómo murió su hijo y expresó su satisfacción por las capturas realizadas por el Ministerio Público, al tiempo que exigió justicia para él.
“La sangre quedó rociada en el piso del aeropuerto. Borraron las evidencias, pero hay testigos”, declaró José Murillo, padre de Isis Obed.
Murillo lamentó que en 2019 se extraviara el expediente del caso de su hijo, pero reconoció que el fiscal se comprometió a hacer justicia, lo que hoy le permite ver a Romeo Vásquez tras las rejas.
“El fiscal y todo el equipo hicieron lo propio con la misión de España, y ahí se desmiente la versión de Romeo Vásquez, quien afirmó que fue la resistencia la que disparó con un arma corta. Eso es mentira; la exhumación arrojó todos los datos: fue un arma larga, con calibre del ejército”, añadió Murillo.
El padre también destacó que, a pesar de lo que ha atravesado, no alberga odio en su corazón hacia quienes le arrebataron la vida a su hijo.
“Hoy le digo a Honduras y al mundo entero que, como pastor, no tengo odio contra Romeo Vásquez Velásquez, no tengo rencor. No hay en mi corazón sed de venganza”, expresó.
Romeo Vásquez, junto a Venancio Cervantes Suazo, exsubjefe del Estado Mayor Conjunto, y Carlos Roberto Puerto Fúnez, excomandante del Comando de Operaciones Especiales, fueron detenidos ayer y presentados en la audiencia de declaración de imputados, donde se les notificó que están acusados de homicidio y lesiones graves en perjuicio de Isis Obed Murillo Mencía y Alex Roberto Zavala Licona.
Hoy fueron trasladados al Centro Penitenciario de Támara, donde permanecerán recluidos mientras esperan la audiencia inicial, programada para el próximo viernes 10 de enero.