Un comando de la Policía Nacional de Honduras pisó en la mañana de este viernes el territorio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) para efectuar un desalojo que terminó con la polémica captura de 24 jóvenes estudiantes.
'¡La Policía Nacional violó la autonomía universitaria!', '¡Violación de la autonomía!', 'La UNAH ya no es autónoma', 'Claro que se puede, no es otro estado', son algunos de los comentarios derivados de la acción de las autoridades.
Es un debate que siempre se abre cuando se utiliza la fuerza policial para desarticular las protestas y tomas en la máxima casa de estudios de Honduras, un fenómeno que este año recobró energía por el desacuerdo contra las nuevas normas académicas.
Por un lado, los universitarios, docentes y representantes de derechos humanos afines a las protestas claman al unísono que ningún agente policial o militar puede ingresar al Alma mater a raíz de la figura de la autonomía.
Mientras que las autoridades y otros profesionales del derecho argumentan que las fuerzas policiales tienen la puerta abierta a pisar territorio universitario, siempre y cuando reciban orden de un funcionario del mismo centro de estudios.
Aquí te explicamos cuáles son los argumentos de cada una de las posturas.
¿Por qué sí se violó la autonomía universitaria?
La autonomía es la facultad de la persona o la entidad que puede obrar según su criterio, con independencia de la opinión o el deseo de otros.
También es la facultad o poder de una entidad territorial, integrada en otra superior, para gobernarse de acuerdo con sus propias leyes y organismos.
Lo que sucedió este viernes en la UNAH puede considerarse un atropello si nos basamos a que el artículo 160 de la Constitución de la República le da la potestad de mantener su propio gobierno, dijeron expertos a EL HERALDO.
Entonces, los afectados consideran que sí se violó la autonomía cuando las fuerzas militares y policiales ingresaron al Alma mater, porque son organismos del Estado que irrumpen un espacio autónomo con armas y para sacar a alguien de ahí.
La rectora se avala de que les dio la oportunidad del diálogo, permitiendo a cada carrera escoger 20 alumnos y darles un chance de entablar un acuerdo; pero al no presentarse, tomó otra alternativa.
Cabe resaltar que los días que se solicitó el diálogo a los estudiantes no lo hubo porque la rectora no asistió y fue más que todo un monólogo y sin ninguna solución, se quejaron los universitarios.
Y siempre en un conflicto las dos partes deben ceder, expusieron.
Es válido agregar que ni durante los regímenes militares o de la contra, entre los setenta y ochenta, los uniformados entraban a la UNAH.
Como otro punto, los defensores sostienen que los estudiantes únicamente ejercían su legítimo derecho a la protesta, por lo que no era necesario el uso de los órganos represores.
Además, fuentes consultadas por EL HERALDO revelaron que la rectora de la UNAH, Julieta Castellanos, no convocó al Consejo Universitario para decidir sobre un posible desalojo. Fue una medida unilateral.
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¿Por qué no se violó la autonomía?
La autonomía que reclaman los universitarios equivale casi a la figura de la extraterritorialidad o la inviolabilidad de territorio, o sea que ningún agente puede traspasar ese suelo destinado a los estudios, la academia y la ciencia.
El problema para determinar si se violó o no la autonomía es que ninguna ley hondureña se refiere a esta figura como la prohibición de la Policía Nacional o los militares para entrar al Alma mater.
Suena un poco extraño, pero hay un vacío legal.
El artículo 160 de la Constitución de la República, que da vida a la autonomía universitaria, tampoco lo describe como la percepción pública y la comunidad universitaria lo ha entendido por décadas.
'La Universidad Nacional Autónoma de Honduras es una Institución Autónoma del Estado, con personalidad jurídica, goza de la exclusividad de organizar, dirigir y desarrollar la educación superior y profesional', dice la ley primaria de Honduras.
Y agrega: 'Contribuirá a la investigación científica, humanística y tecnológica, a la difusión general de la cultura y al estudio de los problemas nacionales. Deberá programar su participación en la transformación de la sociedad hondureña'.
Hasta este punto, no se menciona nada de la inviolabilidad de territorio. Lo mismo ocurre al entrar a detalle con la Ley Orgánica de la UNAH.
El artículo 2 de esta legislación dice que la autonomía de la UNAH comprende pluralismo ideológico, gestión y administración de recursos, elección de autoridades, emisión de normas y regulación de relaciones laborales.
Ninguno menciona a detalle o de forma puntual el término. Aquí es donde se cae en una laguna legal, pues universidades de otros países sí tienen reglamentado este tipo de blindaje especial.
En ese sentido, está la puerta abierta para el ingreso de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, según el criterio dado por las leyes. Hubo una denuncia y por esta razón los policías ingresan al campus universitario.
Los opositores también cuestionan que la Universidad Autónoma no puede ser un Estado dentro de otro Estado o funcionar su suelo como una embajada o representación diplomática.
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