TEGUGICALPA,HONDURAS.- El poco acceso a la educación, así como el desempleo que el país ha venido enfrentando han hecho que en los últimos seis años un total de 179,327 hondureños entre 12 a 30 se convertirán en ninis, personas que ni estudian ni trabajan.
EL HERALDO analizó los datos del mercado laboral juvenil en Honduras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que revelan que entre el 2018 a junio del 2023 el número de personas que no estudian ni trabajan pasó de 791,892 a 971,219.
La cifra representa un incremento de cuatro puntos porcentuales en esos seis años, pasando del 26% al 30.4%.
El aumento más significativo de ninis se refleja entre el 2019 al 2021; el INE reportó en 2019 un total de 865.454 ninis, dos años después la cifra llegó a 968.487 personas.
Expertos le atañen ese incremento a la pandemia del covid-19, que provocó el cierre de varias empresas y centros educativos en el país.
Entre el 2021 y 2022 se notó una pequeñísima reducción de 295 personas menos; sin embargo para el 2023 un total de 3,027 personas se convirtieron en ninis.
Los jóvenes de entre 15 y 24 años son la mayoría de la población que no estudia ni trabaja.
Los jóvenes y adultos de las áreas rurales del país siguen siendo los más afectados, en los seis años los datos señalan que el porcentaje de ninis en esa zona aumentó del 52% al 56%.
Ninis en la actualidad
Hasta junio del 2023 los datos del INE establecieron que en el país hay un total de 971,219 personas que no estudian ni trabajan; sin embargo, los organismos de sociedad civil y cooperantes internacionales consideran que la situación está afectando a más del millón de personas.
La cifra del INE representa el 30% de la población entre los 12 y 30 años, lo que indica que tres de cada diez personas no asisten a un centro educativo ni tienen un empleo que les genere ingresos para su hogar.
”Lo que tenemos frente a nosotros es la necesidad como país de tener una estrategia focalizada, de seguir profundizando en el análisis de esos datos para definir políticas y con ello proyectos y programas que vayan dirigidos a la atención a esta población en particular”, indica Jorge Valladares, director del proyecto Futuros Brillantes de la organización Visión Mundial.
Las cifras no solo revelan la falta de políticas públicas para atender a ese segmento de la población, también muestran las desigualdades que hay en los sistemas laborales y educativos, pues son las mujeres las más afectadas; Actualmente el 72% de los que no estudian ni trabajan son mujeres.
Los jóvenes al no estudiar ni trabajar están más expuestos a migrar o se vuelven vulnerables a ser víctimas del crimen organizado.
“Aquí lo que tenemos es una población que se ve expuesta a una serie de vulneraciones y vulnerabilidades, vulneraciones en el sentido de violación a sus derechos y vulnerabilidad con relación a la exposición a la tendencia a migrar, o haberse involucrado con diferentes modalidades de crimen organizado que van desde el hecho de permanecer a maras y pandillas hasta el tema de tráfico de drogas, trata de personas, pornografía y todas esas modalidades terribles que son una realidad en nuestro país y que esta población se ve mucho más expuesta”, apunta.
Agregue que en relación a las niñas y jóvenes se ven más expuestas al embarazo temprano, a matrimonio precoces ya dedicarse a actividades en el sector oculto de la economía, es decir, al sector informal, al servicio doméstico ya una serie de escenarios realmente violentos y de transgresión a los derechos de las mujeres y las niñas.
Mejorar el acceso y las oportunidades de empleo
Los datos ponen al desnudo la falta de políticas y recursos para atender esta problemática, y también ponen a repensar sobre el acceso, el tipo y la calidad de empleo que el país se esta ofreciendo.
Un reciente estudio presentado por autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) señala lo difícil que es conseguir un empleo en el país.
La Encuesta Economía Familiar Multipropósitos que se aplicó a 13,281 familias en los 18 departamentos del país revela que un 47.9% de quienes habían perdido su empleo en 2023 reportó haber estado más de seis meses sin ocupación.
“Esto habla un poco sobre el gran reto que seguimos teniendo; son resultados que afianzan el problema estructural del mercado laboral que se mantiene; si bien es cierto el crecimiento económico es positivo, pero sigue siendo insuficiente para poder generar la suficiente cantidad de empleos para recuperar los que se pierden y mucho más para generar oportunidades para quienes se incorporan al mercado laboral, principalmente los jóvenes”, explica Ricardo Matamoros, exdirector del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la universidad.
Santiago Herrera, representante del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) advierte que se deben crear los espacios para asegurar la mano de obra en el país y así evitar que los jóvenes migren.
“Estamos perdiendo fuerza laboral, se nos están yendo, estamos perdiendo el capital productivo, y algunos se están formando en el país para irse a trabajar fuera; entonces se deben crear las condiciones propicias para favorecer la inversión y generar nuevos puestos de trabajo es sustancialmente importante para un país como el nuestro”, apunta.
El empresario hace el llamado al Gobierno para firmar un pacto por el empleo para definir acciones concretas que puedan garantizar la estabilidad social del país y revertir el problema de falta de espacios laborales y que afecta a los más jóvenes.