Título universitario no es garantía de empleo: 12 de cada 100 personas de la fuerza laboral tienen una carrera
Honduras mantiene una PEA de cerca de cinco millones, de ellas cerca de medio millón son profesionales, según el INE. Esto indica que solo 12 de cada 100 empleados son letrados
Estudiantes de diferentes carreras se gradúan en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras con la esperanza de encontrar un empleo.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La oferta, la demanda y la realidad son los tres ingredientes que Dariela Zelaya no saboreó al momento de matricularse en la carrera de Arquitectura, pues ella solo quería ser como su tío, quien se graduó de esta profesión y estaba involucrado en viajes y negocios.
Pero esta aspiración no fue la de ella y se accidentó con el desempleo.
Desde hace dos años que Dariela obtuvo su título y no ha encontrado empleo en su área.
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Lo más preocupante es que, como Dariela, los casos se replican en miles de personas en toda Honduras.
La mayoría de los egresados de la educación superior en el país no encuentran dónde poner en práctica los conocimientos adquiridos.
La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus analizó las ramas económicas con mayor ocupación laboral y las comparó con los egresados de las universidades públicas y privadas del país.
Se encontró que la mayoría de los graduados no corresponden a las profesiones u ocupaciones con mayor posibilidad de empleo.
En números, la situación es desesperanzadora: solamente 12 de cada 100 personas que conforman la fuerza laboral de la nación están tituladas.
Trabajos informales
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta 2021 muestran que, de más de 12,000 licenciaturas y carreras técnicas, solo algunas tienen cierta incidencia en la mayor fuerza de trabajo.
Resulta que las ocupaciones que no necesitan acreditación titulada son las que más emplean personas en la nación.
Este rotativo sacó a relieve que el rubro de ocupaciones elementales, con 1,148,344, mantiene la mayor cobertura del mercado laboral en Honduras.
También, los trabajadores de los servicios, vendedores de comercios y mercados emplean a 880,168 personas.
La agricultura, ganadería, silvicultura y pesca cobijan 826,951 personas.
Siguiendo el orden de mayor a menor, también figuran las 747,381 personas que laboran en comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas.
Seguidamente están los oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas y de otros oficios, con 607,193.
En tanto, la industria manufacturera contabiliza a 567,245 colaboradores.
Según expertos, la falta de oportunidades es preocupante porque “estamos en un país sin oportunidad en el que sobrevive el más fuerte”.
Sin oportunidades
Cuando se comparan las carreras con más egresados, con números del Banco Central de Honduras (BCH) de 2018 a 2020, es que se accidentan las realidades.
Los hondureños se gradúan de profesiones que mantienen baja incidencia en el mercado laboral de Honduras.
Por ejemplo, las cifras del BCH arrojan que el Técnico Universitario en Educación Básica (I y II Ciclo), Derecho, Medicina y Cirugía, Administración de Empresas, Pedagogía y Psicología son algunas de las carreras de las que más han egresado los universitarios en los últimos años.
No obstante, son las que menos espacio tienen para todos los nuevos profesionales que egresan año tras año.
Y las cifras del INE demuestran que de los 4,071,227 hondureños que pertenecen a la fuerza laboral de Honduras o personas que trabajan, solo 493,124 profesionales figuran en esta lista.
Lo anterior significa que solamente 12 de cada 100 personas de la fuerza laboral están tituladas.
Esto no es todo. Este equipo encontró que solo 169,707 letrados laboran en el área de lo que se especializaron, el resto se dedica a diferentes rubros.
Vale aclarar que el dato anterior es un aproximado, puede que haya más de esa cifra de profesionales que se dedican a laborar de lo que graduaron.
Eso se puede interpretar así: el 34% (estimado) trabaja de lo que estudiaron.
Entonces, aquí vale preguntarse: ¿es realmente prioritario cursar la educación superior para conseguir empleo?
El analista en asuntos de mercado laboral y profesiones en Honduras, Raúl López, explicó que el sistema de educación superior se está adaptando al siglo XXI, mientras que el mundo del trabajo es cada vez más ágil.
“La evolución nos indica que las carreras y formación deberían de enfocarse”, opinó.
“Esto se da porque las estructuras de aprobación son largas. Las universidades tienen que hacer un análisis desde la demanda y oferta de puestos de trabajo y trabajar en el tema de inversión”, sugirió.
Esto solo significa que, entre la ínfima oportunidad de laborar en sus áreas, la mayoría de las profesionales sin empleo se dispersen entre las 348,858 personas desocupadas en el país o entre los 3,722,370 hondureños que se mantienen en la Población Económicamente Activa (PEA), según los datos del INE.
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Otros factores
Entre las razones por la que los egresados no encuentran trabajo en su área, además de la escasa oferta, está la falta de experiencia laboral y que no tienen las competencias necesarias.
Y es que a las oficinas no llegan universitarios en las áreas que requieren los empleadores, según testimonios recopilados por este rotativo.
Esto solo es un claro indicativo que en Honduras hay que estudiar de acuerdo con lo que ofrece el mercado, mas no por el deseo de querer cruzar tal carrera universitaria debido a la precaria situación del país.
López, en tanto, atribuye el problema a temas de objetivos familiares.
“No es responsabilidad de los jóvenes porque al final es el paradigma de la familia de que obliga a ser licenciado porque si deciden ser técnico universitario no lo miran como perspectiva de crecimiento profesional”, estimó.
Sin embargo, para los egresados de profesiones u oficios de las ramas económicas con mayor ocupación laboral las oportunidades son peleas campales.
“Esto no quiere decir que solo porque se graduó de una carrera que mantiene mayor oferta se encontrará empleo, claro que no, solo que, entre las ínfimas posibilidades, aquí puede surgir algo”, dijo el economista Daniel Flores.
Ejemplo claro, pero lamentable de ello, es el trágico caso de Alejandro Caballero y Margie Paz, una pareja de novios hondureños graduados de Mercadotecnia y Economía.
Ambos no encontraron empleo en estas áreas ni en otras distintas a las que han aplicado.
Esta situación los obligó a emigrar ilegalmente a Estados Unidos, que en su deseo de encontrar “un mejor futuro”, trágicamente están en la lista de los seis hondureños que fallecieron hace unas semanas al interior de un contenedor de un tráiler en Texas.
Y esta situación solo desvela otra brecha: los hondureños que están en la franja etaria de 18 a 24 años, según el Consejo de Educación Superior, deberían estar en un aula universitaria, pero trabajan o migran.
No es para menos, pues de los 4,071,227 hondureños que pertenecen a la fuerza laboral, solo 493,124 profesionales figuran en esta lista.
Sin embargo, el presidente de la Asociación Nacional de Universidades Privadas (Anuprih), Javier Mejía, discrepó que “está en desacuerdo porque hoy (ayer) acabo de graduar a 81 personas, de las 81 el 95% ya tenía trabajo”, sin especificar el tipo de empleo.
Argumentó que las universidades realizan un estudio de acuerdo a las empresas cuya información la obtienen de dueños para realizar los planes de estudios y hacer que estén en equilibrio con lo que se mueve en el mercado.
No obstante, Fernando Caballero (19) vivió una realidad contraria a la que planteó Mejía, pues aunque estaba a pocas clases de graduarse de derecho, decidió marcharse ilegalmente a Estados Unidos para buscar mejores oportunidades, pero lamentablemente su deseo se convirtió en un sueño imposible porque también figura entre los 53 migrantes que fallecieron al interior de un tráiler en Texas.
Este rotativo analizó esta situación para que, de manera enfática, las autoridades puedan tomar acciones ante la realidad laboral.
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