Las primeras horas del general Romeo Vásquez en la cárcel de Támara
EL HERALDO llegó hasta la Penitenciaría Nacional de Támara para evidenciar la situación de Romeo Vásquez y otros dos exjefes militares
- 06 de enero de 2025 a las 16:38
Tegucigalpa, Honduras.- Con el libro “David y Goliat” en la mano, sentado al borde de una cama unipersonal con sábanas blancas, sobre la cual descansa una Biblia de pasta negra, el general en condición de retiro Romeo Vásquez Velásquez fija la mirada en la cámara desde el Centro Penitenciario Nacional de Támara.
Estas son las primeras imágenes del exjefe del Estado Mayor Conjunto desde su ingreso al módulo de mínima seguridad de Támara. Su semblante refleja cansancio; luce cabizbajo, pensativo y con la mirada perdida en el vacío.
Vásquez Velásquez viste completamente de negro: jeans cómodos, camiseta sencilla y tenis del mismo tono. Lleva gafas para lectura y en su muñeca izquierda un reloj, quizás para no perder la noción del tiempo, pues acaba de llegar y no se sabe cuánto tiempo estará ahí.
Al general en condición de retiro se le ha asignado una celda con una cama unipersonal de hierro y un colchón delgado, vestida con sábanas blancas y una almohada. El espacio está dividido por una estructura de metal, hay una ventana con sábanas también blancas que apenas se mueve por el aire que sale desde un ventilador que le prestaron para sofocar un poco el calor.
La celda de Vásquez Velásquez es reducida. El piso, de color gris con granito blanco, contrasta con la puerta de madera. Todo luce impecablemente limpio: las paredes blancas, el techo también del mismo tono.
Al ingresar, Vásquez Velásquez solicitó que le permitieran conservar dos objetos que considera valiosos: el primero es una Biblia de pasta negra, y el otro el libro “David y Goliat” del escritor Malcolm Gladwell.
El exmilitar escogió un libro de autoayuda que aborda cómo enfrentar adversidades, evocando la batalla que se libró hace tres mil años entre David, un pastor de oveja que se enfrentó y venció al poderoso Goliat con una piedra y una honda, un texto bíblico que denota el poder de la confianza.
Seguridad
El coronel Ramiro Múnoz, jefe de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y director de los centros penitenciarios de Honduras, explicó a EL HERALDO que el el general en condición de retiro Vásquez Velásquez cuenta con todas las medidas de seguridad en Támara.
”Está bien, ya se instaló, las condiciones son las dignas, está en el módulo de mínima seguridad con permanente vigilancia para garantizar que esté protegido, es responsabilidad de nosotros y se está realizando todo en base a la ley y respeto”, explicó Muñoz a este medio.
Comentó que se le asignó una habitación individual, en la cual no comparte espacio con nadie. “Él está bien, al igual que las otras dos personas que entraron, aquí no se trata de exponer a nadie, solo debemos aplicar lo que nos corresponde, y así lo haremos”.
Detalló que el abogado y la familia tienen acceso al exjefe milita. Ya se le permitió visita y hablaron con él, “no hay ningún problema, la seguridad está garantizada”.
El coronel destacó que en ese mismo módulo se encuentra el ex director de Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), Marco Bográn, el exdirector del Instituto de Seguridad Social (IHSS), Mario Zelaya, y el exgerente administrativo de la misma institución, Ramón Bertetti entre otros funcionarios que enfrentan procesos judiciales.
Más capturados
EL HERALDO también evidenció en las fotografías el espacio donde ubicaron a Venancio Cervantes Suazo, exsubjefe del Estado Mayor Conjunto, y Carlos Roberto Puerto Fúnez, excomandante del Comando de Operaciones Especiales, que fueron capturados con Vásquez Velásquez, acusados de los delitos de homicidios y lesiones graves.
Ambos exmilitares están en celdas que exhiben las mismas características que de las del general en condición de retiro. Los tres exjerarcas militares están en el mismo módulo, las camas también son de metal, con un colchón.
Se pudo observar que llevaron un poco de ropa para estos días, por ahora no utilizan indumentaria de presos, sino su vestimenta de uso diario. Ambos posaron al momento de captar las imágenes.
Estas tres personas permanecerán en Támara hasta la próxima audiencia inicial, programada para el viernes 10 de enero, cuando se determinará si se defienden en libertad o continúan bajo prisión preventiva.
Los tres son acusados por la muerte del joven Isis Obed Murillo Mencías y las lesiones de Alex Roberto Zavala, quienes participaban en una manifestación desarrollada el 5 de julio de 2009 en las inmediaciones del Aeropuerto Toncontín, en Tegucigalpa.
Murillo murió tras recibir “un proyectil de arma de fuego en la cabeza cuando participaba en una manifestación pacífica” en las inmediaciones del aeropuerto, mientras que Zavala sufrió “graves lesiones” a consecuencia de los disparos realizados por soldados, señaló la Fiscalía.
Para la Fiscalía Especial de Derechos Humanos, los exjerarcas son responsables porque “equiparon a los soldados con fusiles de alto calibre (M-16), lo cual, conforme a las normas del uso de la fuerza, es desproporcionado considerando que se trataba de una manifestación de civiles desarmados en un momento crítico para el país”.