Con el ingreso de dos menores de edad con quemaduras provocadas por pólvora a la emergencia del hospital Escuela, bloque Materno-Infantil, sube a tres la cifra de niños afectados por los explosivos en Honduras.
Anoche fue atendido el pequeño José Adán Medina Castillo, de ocho años, a quien le explotó un volcán en el rostro, provocándole quemaduras en el área de la nariz.
El pequeño se encuentra estable y está siendo revisado por un cirujano, quien determinará si es necesario intervenirlo quirúrgicamente, confirmó personal de la Sala de Emergencia Pediátrica a ElHeraldo.hn.
En las últimas horas, también ingresó a la emergencia el menor José Luis Enríquez Nolasco, de siete años, con quemaduras en el muslo derecho.
El niño adquirió cohetes cuando se dirigía a comprar tortillas e introdujo el producto en las bolsas de su pantalón. En la tortillería, el menor se acercó al fogón y los cohetes tomaron fuego, dejándole serias lasceraciones en la piernita.
Por la gravedad del caso, el niño fue intervenido la noche del jueves y esta mañana fue trasladado de Recuperación a la sala de Niños Quemados.
Aunque presenta quemaduras de tercer grado, tras la operación, su estado es estable, indicó una enfermera.
En ambos casos, los niños son originarios de la capital de Honduras, donde la Alcaldía Municipal emitió una ordenanza prohibiendo el uso y comercialización de pólvora.
El primer caso de quemaduras provocadas por el material explosivo, se registró el martes en el mayor centro asistencial de Honduras.
Un menor de 13 años, originario de Comayagua, fue internado luego de que un cohete explotara en su mano derecha, dañando tendones y músculos de la mano y antebrazo.
El infortunado pequeño sufrió una fractura expuesta en III grado del primer metatarsiano, por lo que también fue intervenido quirúrgicamente.
El hospital Escuela lanzó el lunes la campaña 'Cero niños quemados'
e informó que por cada caso se invierten entre 20 y 25 mil lempiras a diario.
En 2010, el Materno-Infantil recibió 16 niños quemados, dos de ellos de la capital y ocho de Olancho.
