Al menos nueve menores con quemaduras provocadas por el uso de productos a base de pólvora han sido ingresados a la Sala de Quemados del Hospital Materno Infantil de la capital de Honduras.
Carlos Flores, jefe de la sala de quemados, dijo que el domingo fue ingresado un niño proveniente de la colonia Villa Vieja en Tegucigalpa, con una grave lesión en uno de sus dedos pulgares provocada por la explosión de un mortero.
El especialista dijo que el menor será sometido a una cirugía reconstructiva, ya que el dedo pulgar representa el 50 por ciento de las funciones que se realizan con la mano.
'Es lamentable que faltando un día para la celebración del Año Nuevo, sigan ingresando pacientes', criticó el galeno.
Reveló que a la fecha ya suman 13 las personas ingresadas por quemaduras por pólvora, de ellas nueve son niños.
Recomendó a las autoridades hondureñas 'controlar todos los puntos de la capital en donde venden cohetes y morteros, se debe penalizar a todo aquel que le venda cohetes a un menor de edad'.
Recordó que el 24 de diciembre tres adultos fueron ingresados a la sala de quemados y uno de ellos perdió un ojo tras estallarle un cohete cerca del rostro.
'En este momento tenemos 9 niños quemados ingresados, se dio de alta a uno de ellos', agregó.
La Sala de Quemados tiene la capacidad para albergar trece pacientes 'pero la idea es no llenar la sala de quemados'.
Hizo un 'llamado de atención para que mañana 31 de diciembre no llegue este tipo de pacientes, especialmente niños o adultos al Hospital Escuela', declaró.
Hasta el 26 de diciembre, las autoridades hospitalarias contabilizaban el ingreso de cinco niños quemados
por la manipulación de pólvora.
Ayer, empleados de la Alcaldía Municipal realizaron operativos para decomisar pólvora, que terminaron en una riña entre los vendedores y lo agentes.
