La explosión de un tanque de oxígeno pudo provocar la muerte de una señora en el Hospital Escuela.
En horas de la mañana de ayer, doña Glenda Valencia se encontraba en la sala de Ortopedia de Pediatría acompañada de su pequeña nieta cuando de pronto el tanque de oxígeno le dio un duro golpe en el cráneo.
“Se escuchó algo fuerte y luego el tanque me cayó encima, yo solo vi que la gente salió corriendo de la sala donde estaba”, relató.
Valencia era acompañada de su hija y de su nieta.
“Estaba parada con mi nieta, gracias a Dios no fue algo más grande y me tocó a mí que ya soy mayor y no a un niño que se hubiera muerto”, dijo.
A la señora afectada se le practicó una radiografía para detectar si tuvo o no un golpe interno o fractura que le pudo ocasionar el impacto.
“Los doctores me trajeron aquí (Sala de Emergencia) por que se me rompió la cabeza, me dijeron que me harán exámenes para saber si el golpe me quebró el cráneo”, explicó Valencia.
Según manifestaron los doctores, el incidente no fue una explosión, se trató de un accidente en el que por falta de medidas de precaución el tanque cayó.
“Los directores deben tener más cuidado, ese tanque pudo haberle caído a un niño y eso, sin duda, lo mataría, no es posible que en cosas tan simples se cometan errores que pueden perjudicarnos”, manifestó Sandra Lagos, familiar de un paciente.
Los tanques de oxígeno están colocados alrededor de la sala pero no tienen anillos de seguridad que impidan la caída de estos luego de un movimiento fuerte.
Actualmente está Sala alberga cerca de 40 niños con problemas ortopédicos y que deben ser hospitalizados para una atención adecuada.