El despiadado hombre que asesinó recientemente a su hijastro, de apenas siete años, murió la noche de este miércoles después de recibir una brutal golpiza en la cárcel de Comayagua, en la zona central de Honduras.
José Perdomo, el padrastro del niño Exequiel Hernández, murió a consecuencia de los golpes que le propinaron los reos de la granja penal de Comayagua, donde guardaba prisión preventiva por el delito.
La noticia se confirmó aproximadamente a las 7:15 de la noche, horas después que trascendiera que los reclusos del recinto atacaron al señor que cometió el crimen por problemas maritales con la madre del pequeño.
José Luis Ordóñez, jefe de la Policía de Comayagua, informó que Perdomo ingresó al penal a las 4:30 de la tarde de ayer miércoles para hacer los trámites correspondientes antes de ser mandado a su celda y que a eso de las 5:30 de la tarde se le autorizó ser llevado a su recinto respectivo.
El comisionado dijo que a los 15 minutos que ingresó Perdomo a las celdas, los custodios y las autoridades del centro comenzaron a escuchar ruidos en los pasillos, desconociendo hasta el momento porqué los custodios tardaron varios minutos para llegar hasta el lugar de los hechos.
Cuando llegaron hasta su celda, continuó diciendo Ordóñez, los custodios encontraron el cuerpo de Perdomo tirado en el suelo, totalmente golpeado e inconsciente por lo que inmediatamente fue trasladado al hospital Santa Teresa, minutos más tarde murió producto de la paliza.
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El cadáver del pequeño Exequiel Hernández fue descubierto el pasado lunes por pobladores de un sector de Comayagua.
El cuerpo se encontró en un avanzado estado de descomposición ya que al parecer tenía entre tres o cuatro días de muerto, aún con el uniforme de su escuela.
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Minutos después de confirmarse la noticia reaccionó ante un medio televisivo Exequiel Hernández, padre biológico del menor hondureño.
‘‘No me alegra porque es un ser humano, me entristece y con su muerte no recuperaremos al niño’’, manifestó el progenitor.
Mencionó que el homicidio también puede afectar el caso, pues 'deja muchas dudas e incógnitas. Si él estuvo acompañado, quién más estuvo involucrado'.
'Me duele, yo ando fotos de mi niño en el celular, mi dolor es interno y no voy a llorar para hacer show. Lo que no entiendo es por qué no me hizo algo a mí y sí al niño', lamentó.
Fría confesión
El homicida confesó haber matado al menor porque tenía problemas con la madre. Al ser cuestionado como ocurrió el crimen evadió la pregunta y fingió demencia, pues no coordinaba sus declaraciones.
En la última semana, la madre denunció que Perdomo, ahora su excompañero de hogar, se había llevado al menor y a una niña que es hija de ambos, pero antes le infirió una herida en el cuello al pequeño exequiel.
La destrozada mujer cuenta que la niña le comentó que su papá le dio a beber algo a su hermanito y que esa bebida le produjo muchos vómitos, sin embargo, no supo nada de él porque fueron separados.
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La progenitora recordó que Exequial tenía una semana en la escuela cuando ocurrió el trágico suceso que conmocionó a Honduras.
Era la primera semana que su hijo asistía a la escuela y estaba muy completamente feliz, aseguró la dama.
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