Tegucigalpa, Honduras
Un sicario de baja estatura, con apariencia de menor de edad, fue el autor material de la muerte del subdirector de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS) ocurrida la mañana de este viernes en la carretera que conduce al norte, entre la colonia El Carrizal y la aldea El Durazno.
La víctima es el policía Clase III, de la Policía Penitenciaria, Santos Juan Andrés Sánchez, de 49 años, originario de Guajiquiro, La Paz, con domicilio en la capital.
El infortunado falleció al instante de múltiples heridas de bala que recibió luego que el malhechor le disparó a mansalva con un arma automática, cuando él se conducía en su vehículo procedente del centro penitenciario ubicado en el valle de Támara.
El cuerpo inerte quedó frente al volante del vehículo marca Toyota Tacoma, color blanco, cabina y media, con placas PCB-6335, mientras que el criminal y otro compinche se dieron a la fuga con rumbo desconocido.
Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se presentaron al lugar a realizar las pesquisas preliminares orientadas a conocer los pormenores del sangriento atentado y a identificar a los responsables del crimen.
Atentado criminal
Según testigos, eran alrededor de las 11:15 de la mañana cuando el suboficial se conducía en su automóvil en dirección a la capital a gozar de su fin de semana libre.
A la altura de un retorno ubicado cerca de la terminal de buses del transporte urbano de El Carrizal, un carro de color blanco se le atravesó en el carril, luego se bajó un criminal, aparentemente “un cipote” y abrió fuego por el lado derecho del pick-up ante la mirada de varias personas que se conducían en sus automotores.
El carro que conducía Andrés Sánchez avanzó descontrolado unos 25 metros, mientras que el malhechor dio la vuelta hacia el lado del conductor a seguir disparándole para cerciorarse que el uniformado estaba muerto.
El sicario se subió al automóvil donde le esperaba otro compinche que lo conducía y huyeron, lo que fue observado por personas que viajaban en sus autos y que se detuvieron al ver lo que sucedía.
Técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la DPI realizaron la requisa en la escena del crimen donde encontraron unos 33 casquillos de bala calibre 9 milímetros.
Familiares de la víctima llegaron al lugar y no pudieron contener el llanto al darse cuenta del hecho criminal.
La Policía presume que los sicarios esperaban a Andrés Sánchez a pocos metros de la posta policial de El Durazno, mientras que otros compinches lo seguían desde que salió de la PNMAS, luego inició la persecución.
La hipótesis que manejan los cuerpos de investigación policial es que el crimen fue ordenado desde el interior de la PNMAS, por lo que realizan una serie de averiguaciones con el fin de identificar a los responsables.
Una fuente confió que tienen pistas importantes sobre los autores del atentado
El hecho se dio casi de forma similtánea con el enfrentamiento que dejó muertos a dos presuntos integrantes de la pandilla 18 dentro del centro de menores infractores Renaciendo.