Honduras

Un valiente sin palabras que lucha por su vida

Su impedimento para hablar, desde su nacimiento, no fue un obstáculo para que el pequeño Erik (14) pudiera expresar su deseo por vencer el cáncer.

07.04.2014

Una pequeña sonrisa combinada con timidez se dibujó en su boca, los continuos movimientos de sus manos fácilmente permitían entender que su deseo era un poco de atención.

Un fuerte abrazo confirmó la alegría que reflejaba su rostro al saber que los visitantes de la sala se habían acercado a su camilla.

Su impedimento para hablar, desde su nacimiento, no fue un obstáculo para que el pequeño Erik (14) pudiera expresar su deseo por vencer el cáncer para abandonar esa sala y disfrutar de su adolescencia.

“A él le detectaron leucemia linfoblástica, ha sido bien difícil porque como no puede hablar, al inicio no sabíamos qué era lo que sentía”, relató Carmen, tía del menor.

A pesar de que no podía expresarlo con su boca, el decaimiento de Erik era evidente y los cuadros febriles pudieron alertar a su familia de que algo estaba mal en el menor.

“Mi hermana (mamá de Erik) se había ido recientemente para Estados Unidos, nosotros pensábamos que tal vez era que el niño estaba triste y que por eso no tenía ganas de jugar”, recordó la joven.

Afortunadamente los médicos lograron diagnosticar a tiempo al pequeño que inició su tratamiento de quimioterapias.

“Aquí todo fue bastante rápido, yo le doy gracias al doctor Peña y también a la Fundación porque nosotros no teníamos ni para estar trayéndolo al tratamiento”, aseguró la joven.

“Recién se había ido mi hermana, había que pagar coyote, ella hasta se quería regresar pero no nos podíamos quedar con esa deuda porque iba a ser peor”, añadió.

Afortunadamente, desde su ingreso Erik y su familia han obtenido el respaldo de la fundación que ha costeado los tratamientos del menor.

“Desde exámenes a quimioterapias, gracias Dios no le ha faltado nada, de vez en cuando nos toca comprar uno que otro medicamento o suero pero de ahí todo nos lo da la Fundación”, comentó.

Hasta el momento este menor continúa con su lucha para vencer esta enfermedad que le ha privado de su libertad, pero, que no le ha robado su alegría.

“Erik es un niño muy fuerte, muy inteligente, siempre está sonriendo, siempre está alegre, ni cuando va a la quimioterapia se le ve triste y eso le ha ayudado bastante”, aseguró Carmen.

“Mi hermana llama todos los días, él se pone a escucharla, al final ellos terminan llorando pero estamos felices de saber que todo está avanzado bien”, comentó.

Según su tía, Erik asiste a una escuela para niños especiales en la que ha logrado desarrollarse como instructor de otros menores y por medio de lenguaje de señas logran comunicarse y compartir sus experiencias.

Esta oportunidad educativa le ha permitido al menor entender su afección y convertirse en promotor educativo.

“En la Fundación a veces entregan folletos o láminas con imágenes de síntomas del cáncer, todo eso él lo recoge y lo lleva a la iglesia (donde funciona la escuela) y se lo da al maestro para que él pueda contarles a los niños sobre su enfermedad”, relató la tía.

Así como Erik, cerca de 4,000 mil niños en todo el país mantienen actualmente una lucha constante contra el cáncer.

La mayoría de casos son menores procedentes de familias de escasos recursos económicos que tienen limitaciones para costear el tratamiento requerido.

Ante esta necesidad, EL HERALDO realizará este próximo 6 de octubre la
Segunda Vuelta Ciclística

y los fondos recaudados de las inscripciones será donados en su totalidad a la Fundación Hondureña para el Niño con Cáncer.

Pero más allá del dinero, lo importante es hacer conciencia en la necesidad de apoyar la causa de estos pequeños guerreros que luchan por su vida.