Tegucigalpa, Honduras
Sigue la crisis en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y mientras el diálogo continúa estancado, la institución ya ha perdido 159.6 millones de lempiras.
La máxima casa de estudios tiene un pérdida diaria de 3.8 millones de lempiras por cada día en que no se imparten las clases y ese escenario se ha desarrollado durante 43 días consecutivos debido a las tomas de los edificios.
Ese dinero se usa para el pago de servicios y salarios de los empleados docentes y administrativos.
La UNAH ha afirmado en reiteradas ocasiones que los sueldos no pueden ser retenidos ya que la huelga no se les atribuye a los empleados, sino que a los estudiantes.
Lea: Conciliación, una de las salidas a procesos judiciales contra universitarios
La institución tiene 3,773 docentes a nivel nacional y 1,726 empleados a nivel administrativo.
A ellos se les suma las 899 personas que trabajan en el servicio de mantenimiento de los edificios y los predios del recinto educativo.
A todos ellos, el pago se les ha realizado de manera puntual.
El Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) ha sido el encargado de tomarse los edificios de Ciudad Universitaria y de los centros regionales a nivel nacional.
La ocupación de los edificios por parte de los estudiantes comandados por el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) se da en rechazo a la aplicación de las nuevas normas académicas que fueron aprobadas en 2014 y puestas en vigencia en 2015.
Esta normativa explica varios aspectos a tomar en cuenta por los alumnos desde el proceso de admisión hasta que dejan las aulas para convertirse en graduados. Menciona, además, diversos procesos que son parte de la vida estudiantil, como el cambio de carrera, censo de matrícula, realización de equivalencias, la permanencia estudiantil y las reglas a seguir para mantenerla.
Es en este último aspecto en donde los jóvenes han tenido quejas porque anteriormente para que un estudiante permaneciera en la UNAH debía tener un índice no menor a 40 por ciento. Sin embargo, con las nuevas normas deben tener 60 por ciento.
Los estudiantes afirman que en la máxima casa de estudios no existen la condiciones para mantener este promedio.
Además, las normas establecen que la nota para aprobar una asignatura no debe ser menor de 65%, la exigencia era de 70 por ciento, pero el Consejo Universitario determinó flexibilizarla y que fuese aplicada hasta 2018.
Otros afectados
Los impactos de la huelga estudiantil no dañan únicamente al personal administrativo.
Otro grupo sumamente dañado por las tomas son los estudiantes becados.
A ellos no se les podrá acreditar el pago de su beca durante los meses que no reciban las clases, ya que no se puede evaluar su rendimiento académico.
Enil Espinal, vicepresidente de la Asociación de Becarios de la UNAH, declaró que en estos momento lo que ellos apoyan es que se entable un diálogo que acabe con la crisis.
“Nosotros como becarios nos vemos bastante afectados ya que a nosotros se nos da la beca mensual y a través de toda esta problemática que se ha dado hemos tenido atrasos en el pago de nuestra beca”, manifestó el joven.
Lamentó que muchos de ellos están teniendo problemas ya que usan el dinero para financiarse su alquiler y transporte en la capital.
Según datos del alma máter, anualmente son cerca de 40 millones de lempiras los que se invierten en pago de becas a por los menos 12,000 estudiantes y maestros .
Las becas van por niveles, en el caso de la beca tipo A se otorgan 2,000 lempiras a los alumnos que tienen un índice académico igual o mayor a 90 por ciento.
A los becarios tipo B, que tienen un índice igual a 80 por ciento, se les da un pago mensual de 1,680 lempiras.
De igual manera, la UNAH ofrece becas de equidad, las cuales son destinadas a los estudiantes de escasos recursos económicos y su cantidad varía según la situación financiera de la persona.
El vicerrector de Orientación y Asuntos Estudiantiles, Ajax Irías, declaró que la UNAH no puede acreditar el pago a estos jóvenes sin que reciban clases.
El segundo período
Existen 50,000 estudiantes de 28 carreras que están al borde de perder el segundo período debido a la pérdida de clases.
Irías dijo que será hasta la próxima semana que se dará a conocer si hay o no una reprogramación de este segundo período o si la esperanza está completamente perdida.
“Ya estamos haciendo el análisis, vamos a presentarlo a todo el público en general y a los estudiantes qué va a ocurrir en el segundo período, no es la universidad la que está impidiendo los accesos a las aulas, son los estudiantes”, manifestó el funcionario.
MEU no desiste
Pese a que ya se han realizado tres acercamientos entre las autoridades y el MEU para solventar la crisis, el diálogo fue abandonado el miércoles pasado por parte de los militantes del movimiento estudiantil.
Y pese a que las dos condiciones que habían puesto para desalojar los edificios eran el retiro de los requerimientos fiscales a los 75 estudiantes acusados de participar en la tomas y crear una mesa mediadora, ahora la agenda volvió a cambiar y el MEU dice que para entregar las aulas se deben derogar las normas académicas.
Es decir, los estudiantes ahora exigen que se deroguen las normas para dialogar, pese a que ese tema iba a ser analizado en la mesa.
“Lo que nos movilizó fue la derogación total de las normas, ese es un punto a tratar dentro del diálogo, en donde estaría la mesa mediadora”, dijo Héctor Estrada, estudiante de ingeniería y representante del MEU.
Los alumnos se retiraron el miércoles de la mesa de diálogo porque la UNAH propuso solicitar al Ministerio Público (MP) extinguir las acciones penales hacia los 75 alumnos y no la “desautorización” al MP para que detenga los procesos penales, como demanda el MEU. La UNAH afirma que no están facultados para realizar esa acción. Ayer no hubo ningún acercamiento entre las partes