Tegucigalpa, Honduras.- Como “delincuentes” fueron tachados los migrantes bajo el gobierno del nuevo presidente de Estados Unidos, y en esas condiciones fueron deportados a su país, según las denuncias de algunos hondureños que llegaron a tierras catrachas este viernes.
Esta es la historia de Abimael Lara, quien, además de ver sus sueños destruidos, solo traía consigo un “costal” con sus pocas pertenencias.
“Me sentía como un criminal, como si fuera un terrorista”, relató el hondureño.
Lara apenas pudo trabajar un año en Estados Unidos; su estadía fue breve, pero asegura que no pierde la esperanza de regresar.
“Veníamos ‘enchachados’ (esposados) de pies y manos hasta cierta parte del vuelo. A mitad del camino nos quitaron las esposas”, expresó en entrevista con grupo Opsa.
El hondureño fue detenido en San Antonio, Texas. Era muy dedicado a su trabajo y tenía objetivos claros: “Quería construir mi casa, tener mi carrito”.
La falta de oportunidades laborales en Honduras fue el principal incentivo que lo motivó a abandonar su tierra natal.
Antes de migrar, trabajó como albañil, chofer y en maquilas, pero cuando la empresa cerró sus operaciones en 2022, no pudo encontrar empleo, por lo que tomó la difícil decisión de irse.
Durante su detención, se le permitió hacer deporte y pasar unos minutos al aire libre, pero al momento del traslado las medidas de seguridad eran estrictas.
“Cuando nos quitaron las esposas, no dejaban que tocáramos cosas como el aire o las luces. Uno no se podía levantar ni un poquito”, contó Lara.
Él es solo uno de los más de 350 hondureños que llegaron este viernes al Aeropuerto Ramón Villeda Morales en La Lima, Cortés, luego de ser detenidos en diferentes circunstancias en Estados Unidos, a donde llegaron de forma irregular.
Se espera que en los próximos días sigan llegando vuelos con migrantes retornados, pues el gobierno de Donald Trump ha prometido incrementar las redadas para capturar y regresar a sus países de origen a quienes se encuentren viviendo y trabajando ilegalmente.