La afectación en estas dos regiones es incalculable porque presentan carreteras y puentes destruidos y municipios incomunicados tras el azote de los potentes huracanes Eta y Iota.
Los cuerpos de socorro todavía están evacuando personas ante los constantes derrumbes e inundaciones.
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Ayer, los bomberos llevaron a cabo un rescate masivo de personas en la comunidad de La Ceibita, Quimistán, Santa Bárbara, adonde el río se desbordó y amenazaba con inundar la comunidad.
En esta aldea, el peligro es latente, por lo que el Cuerpo de Bomberos ha advertido de una serie de derrumbes en la zona.
En Santa Bárbara hay 267 familias afectadas y más de 1,127 personas evacuadas, 313 viviendas afectadas, dos puentes dañados y cuatro carreteras con averías.
En Copán, hay 35,123 personas afectadas, de las cuales 2,138 se encuentran en albergues temporales.
Comunidades de Ocototepeque y Lempira también fueron víctimas de Iota, que a su paso dejó luto y desesperación.
Ocotepeque reporta 13 familias afectadas y 52 personas evacuadas, dos viviendas destruidas y dos carreteras afectadas.
Ayer, un helicóptero de la Fuerza Aérea Hondureña se trasladó desde el aeródromo de Lempira hasta la comunidad Belén Gualcho con ayuda humanitaria para cientos de personas que fueron afectadas por Iota.
Litoral
Las afectaciones de la tormenta Iota se extendieron hasta el litoral atlántico hondureño, donde todavía algunas comunidades se encuentran incomunicadas.Además, la producción de banano y piña resultó dañada casi en su totalidad.
En Atlántida, los cuerpos de socorro se mantienen en alerta ante la crecida de los ríos Leán y Cangrejal.
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En este departamento hay 1,014 personas damnificadas, 73 viviendas afectadas y siete carreteras dañadas.
Gracias a Dios fue golpeado por la fuerza de Iota. Aquí cerca de 11,500 personas fueron evacuadas y más de 50 viviendas destruidas. En el departamento de Yoro, tras el paso de la tormenta Iota, las autoridades informaron que se mantienen evacuados 9,894 hondureños y hay 6,690 casas dañadas.
En Colón hay 4,285 personas evacuadas, algunas de sus principales arterias viales dañadas y aldeas incomunicadas y sin energía eléctrica.
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Las autoridades aclararon que algunos de los datos proporcionados no son definitivos porque no se ha llegado todavía a unos sectores que se encuentran inundados y solo existe acceso aéreo.