TEXAS ESTADOS UNIDOS.-Un muro fronterizo divide la peligrosa
Ciudad de Juárez (México) y
El Paso (Estados Unidos), el mismo muro que por años ha sido la cruz de los migrantes para alcanzar el 'sueño americano'.
Ese muro se convirtió este lunes en el área de diversión de los niños migrantes, quienes apenas pueden verse los rostros a través de los barrotes de hierro que dividen un país del otro y que pese a su cansancio, hambre y dolor, reviven parte de la infancia que se ha quedado en la cruel ruta a Estados Unidos.
Un par de profesores fueron los encargados de construir los balancines (sube y baja) de color rosa, que representan la unión a los dos lados de las fronteras.
Ronald Rael, profesor de arquitectura de la Universidad de California, y Virginia San Fratello, profesora den la Universidad Estatal de San José, fueron los encargados de empezar el proyecto.
En las imágenes se observa a los niños interactuando a ambos lados de la valla fronteriza con una sonrisa en sus rostros.
Los docentes resaltaron que la construcción del anhelado muro fronterizo de Donald Trump aún no se ha materializado, pero que ya mantiene atemorizados a los migrantes que han sido obligados a quedarse en albergues de México y que quienes han intentado cruzar son detenidos o dispersados con gases lacrimógenos.
Además, cuestionaron la separación de familias, que se aplica de forma silenciosa, pero que es una táctica de las autoridades estadounidenses para atemorizar a los migrantes que viajan en familia.
El número de unidades familiares que migran a Estados Unidos se ha disparado en los últimos seis meses. Los migrantes, la mayoría de Centroamérica, huyen de la violencia, el hambre y la falta de oportunidades en sus países de origen, lo que ha ocasionado la ira de Donald Trump.
Ese muro se convirtió este lunes en el área de diversión de los niños migrantes, quienes apenas pueden verse los rostros a través de los barrotes de hierro que dividen un país del otro y que pese a su cansancio, hambre y dolor, reviven parte de la infancia que se ha quedado en la cruel ruta a Estados Unidos.
Un par de profesores fueron los encargados de construir los balancines (sube y baja) de color rosa, que representan la unión a los dos lados de las fronteras.
Ronald Rael, profesor de arquitectura de la Universidad de California, y Virginia San Fratello, profesora den la Universidad Estatal de San José, fueron los encargados de empezar el proyecto.
En las imágenes se observa a los niños interactuando a ambos lados de la valla fronteriza con una sonrisa en sus rostros.
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'Estamos tratando de llevar alegría, emoción y unión en el muro fronterizo', dijeron los docentes, quienes intentan explicar de forma creativa que 'las acciones que tienen lugar en un lado tienen una consecuencia directa en el otro'.
Los docentes resaltaron que la construcción del anhelado muro fronterizo de Donald Trump aún no se ha materializado, pero que ya mantiene atemorizados a los migrantes que han sido obligados a quedarse en albergues de México y que quienes han intentado cruzar son detenidos o dispersados con gases lacrimógenos.
Además, cuestionaron la separación de familias, que se aplica de forma silenciosa, pero que es una táctica de las autoridades estadounidenses para atemorizar a los migrantes que viajan en familia.
El número de unidades familiares que migran a Estados Unidos se ha disparado en los últimos seis meses. Los migrantes, la mayoría de Centroamérica, huyen de la violencia, el hambre y la falta de oportunidades en sus países de origen, lo que ha ocasionado la ira de Donald Trump.