WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- El cierre del gobierno de Estados Unidos, que ya lleva tres semanas, ha afectado directamente la situación de los migrantes en el país porque las cortes de inmigración permanecen cerradas.
Según un recuento de la Universidad de Syracuse, las cortes de inmigración tienen un retraso 810,000 casos, más los 330,000 casos que el Departamento de Justicia decidió reabrir, lo que suma 1,140,000 casos.
La jueza de una corte de inmigración, Dana Leigh Marks, dijo que, personalmente, tiene 4,000 casos pendientes, lo que significa que los inmigrantes deben seguir esperando en centros de detención a que su estatus migratorio se actualice, de acuerdo con NPR.
Debido al cierre de Gobierno, las cortes inmigratorias deben aplazar sus casos de forma indefinida. Además, los jueces de las cortes que se encargan de inmigrantes arrestados también padecen el cierre, pues deben de trabajar sin recibir paga.
Asimismo, la Patrulla Fronteriza se ve obligada a soltar a los migrantes, que cruzan ilegalmente, después de algunas horas de permanecer arrestados debido a que los procesos están parados.
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Trump exige muro
El presidente Donald Trump se mantuvo firme ayer domingo en su demanda de obtener miles de millones de dólares para financiar la construcción del muro en la frontera con México, que forzó al cierre parcial del gobierno de Estados Unidos.
“Tenemos que construir el muro”, dijo Trump a reporteros al salir de la Casa Blanca para dirigirse a Camp David, mientras admitía que la valla puede ser de “acero en vez de hormigón”.
“Es un tema de seguridad, es sobre la seguridad de nuestro país. No tenemos alternativa”, siguió al señalar que puede invocar a la emergencia de poderes para conseguir la construcción de un muro sin la aprobación del Congreso.
“Puedo declarar emergencia nacional, dependiendo de lo que suceda en los próximos días”. La falta de acuerdo con los legisladores sobre la inclusión en el presupuesto federal de los fondos para ese muro mantiene parcialmente paralizado al gobierno de Estados Unidos desde el 22 de diciembre.
Unos 800,000 empleados federales fueron enviados a sus casas o trabajan sin paga, mientras que muchos contratistas del gobierno también están perdiendo sus cobros.
Las discusiones que buscan poner fin al llamado “shutdown” deben continua, luego de que pláticas la víspera entre el vicepresidente, Mike Pence, y los dos líderes demócratas en el Congreso, Chuck Schumer y Nancy Pelosi, terminaran con escasos avances. Trump indicó que no esperaba un avance este fin de semana, al señalar que habrá “conversaciones muy serias el lunes, martes y miércoles”.
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A Trump no le importa
A medida que el impacto del cierre del gobierno se extiende, con reportes de que puede afectar a los subsidios de alimentos para los más pobres y el retorno de impuestos de los que mucha gente depende cada año, el presidente insiste en que los estadounidenses entienden su postura.
“Estoy seguro de que la gente que esta del lado receptor hará los ajustes, siempre lo hacen, y la gente entiende”. El “shutdown” ha dejado sin paga a los agentes de seguridad del transporte y a empleados del FBI.
El popular museo Smithsonian, a solo unos bloques de la Casa Blanca, se ha visto obligado a cerrar, mientras que parques nacionales tienen la basura acumulada y los baños sucios.