CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- En un diminuto cuarto pintado de color azul, con las ventanas reforzadas con pliegos de hierro y candados que apenas permiten ver la luz del sol, amontonados sobre un pedazo de colchón con los pies descalzos y signos de maltrato se encuentran secuestrados en algún lugar de la Ciudad de México, siete hondureños miembros de una familia.
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Darwin Alexis Rivera (38) y Kenia López (35) son un matrimonio hondureño, originarios de Tegucigalpa, Honduras con domicilio en la colonia El Buen Samaritano ubicada a la par del crematorio municipal que desesperados por tener varios meses desempleados tomaron la decisión de viajar ilegalmente rumbo a Estados Unidos.
La pareja tomó la decisión de que sus tres hijos menores de edad Ronald Alexis Rivera (16), Elisabeth Marisela Rivera (12) y José Aron Rivera de apenas cuatro años los acompañaran además de dos primos de la familia que se unieron para tratar de cumplir el sueño de llegar a Estados Unidos.
Los siete hondureños salieron de su vivienda el pasado 27 de octubre del 2022, llenos de esperanza, endeudados, con poco dinero pero con las maletas llenas de fe que su camino iba resultar leve y pronto podrían disfrutar de las oportunidades que en su país se les negaron.
La travesía de la familia se convirtió en pesadilla al llegar a la Ciudad de México, México, lugar donde pudieron reportarse con su familia para decirles que seguían en ruta por un camino duro pero con la convicción que podían lograr el objetivo juntos como una familia.
El 8 de febrero todo cambió, diferentes familiares comenzaron a recibir llamadas de números de México, una de ellas, sobrina de Kenia López, atendió la videollamada y fue sorprendida al ver a sus tios y primos metidos en un cuarto.
El hombre al otro lado del teléfono se identificó como miembro activo de la organización criminal “El Chaparro”, nunca mostró su rostro, explicó que la familia ahora estaba en su posesión bajo secuestro, los tenía a todos hincados con las cabezas para abajo y pidió a Kenia López que se pusiera frente a la cámara como muestra que aún estaban con vida.
Inmediatamente el hombre explicó que si desean volver a verlos con vida deben pagar 5,500 dólares por cada uno, precio no negociable y desde ahí se han estado comunicando paulatinamente.
Se conoció que Ronald Rivera, padre de los menores en un afán de defender a sus hijos de los abusos se intentó revelar y fue fuertemente golpeado, sus moretones y lesiones son evidentes en las fotografías que la organización criminal “El Chaparro” a enviado a la familia.
La familia de los secuestrados en Honduras viven momentos de angustia, sus limitaciones económicas los han llevado al punto de comenzar a salir a las calles a pedir dinero, tocar las puertas de medios de comunicación para expandir su voz, pues ver la foto de los niños y hermanos les parte el alma, mas aún con la conciencia que el dinero que les piden sobrepasan por mucho sus posibilidades, por lo que habilitaron el numero de cuenta 746952161 a nombre de Anny Julieth Rubio López.
La familia solicita intervención del gobierno a través de la Cancillería de la República, en vista que la vida de sus seres queridos se puede escapar en la Ciudad de México sin que nadie pueda hacer algo.