TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Los esfuerzos para reunificar a los niños y niñas hondureños separados de sus padres en la frontera de
Estados Unidos apenas han logrado que uno de cada seis vuelva con su familia.
Así lo demuestran los reportes recabados por los consulados hondureños en suelo estadounidense. Los menores han quedado en la custodia del gobierno de Estados Unidos como parte de la aplicación de la política de Cero tolerencia de Donald Trump, una medida criticada por organismos internacionales por violar los derechos humanos.
Cancillería precisó a EL HERALDO mediante una solicitud de transparencia que, según el último dato recabado, seguían lejos de sus padres un total de 363 niños hondureños. Mientras que 72 menores ya fueron reunificados con sus familias.
En total son 435 los infantes que tras cruzar la frontera se vieron afectados por la medida, señala el reporte. Es decir que a la fecha apenas uno de cada seis ha vuelto a su hogar.
En tanto unos 330 padres de familia fueron detenidos, aunque no se proporcionó el dato de aquellos que recibieron de regreso a sus vástagos ni tampoco si fueron liberados, siguen en centros de detención o fueron deportados.
La información corresponde a las familias que ingresaron a partir del 7 de mayo del presente año, fecha en que el fiscal general estadounidense Jeff Sessions anunció el polémico programa, y está actualizada hasta el pasado 23 de julio, detallaron las autoridades.
Los reportes fueron recopilados, mediante entrevistas, por los consulados en Dallas, Los Ángeles, McAllen, Seattle y CCPROMH-Houston.
La oficina de Relaciones Exteriores de Honduras hizo un llamado al gobierno de Estados Unidos a proporcionar información oportuna para brindar asistencia a los niños y niñas separados de sus hogares en la frontera sur.
Sin embargo, el plazo para que la administración de Trump regresara a los infantes venció el pasado 27 de julio, según una orden de una corte. De los 2,500 menores separados de sus padres inmigrantes, 1,820 regresaron a la custodia de sus familias y unos 700 todavía permanecen detenidos sin sus progenitores.
Uno de los problemas que dificulta este proceso es que algunos padres fueron deportados antes de poder regresar con sus hijos.
Así lo demuestran los reportes recabados por los consulados hondureños en suelo estadounidense. Los menores han quedado en la custodia del gobierno de Estados Unidos como parte de la aplicación de la política de Cero tolerencia de Donald Trump, una medida criticada por organismos internacionales por violar los derechos humanos.
Cancillería precisó a EL HERALDO mediante una solicitud de transparencia que, según el último dato recabado, seguían lejos de sus padres un total de 363 niños hondureños. Mientras que 72 menores ya fueron reunificados con sus familias.
En total son 435 los infantes que tras cruzar la frontera se vieron afectados por la medida, señala el reporte. Es decir que a la fecha apenas uno de cada seis ha vuelto a su hogar.
En tanto unos 330 padres de familia fueron detenidos, aunque no se proporcionó el dato de aquellos que recibieron de regreso a sus vástagos ni tampoco si fueron liberados, siguen en centros de detención o fueron deportados.
La información corresponde a las familias que ingresaron a partir del 7 de mayo del presente año, fecha en que el fiscal general estadounidense Jeff Sessions anunció el polémico programa, y está actualizada hasta el pasado 23 de julio, detallaron las autoridades.
Los reportes fueron recopilados, mediante entrevistas, por los consulados en Dallas, Los Ángeles, McAllen, Seattle y CCPROMH-Houston.
La oficina de Relaciones Exteriores de Honduras hizo un llamado al gobierno de Estados Unidos a proporcionar información oportuna para brindar asistencia a los niños y niñas separados de sus hogares en la frontera sur.
Sin embargo, el plazo para que la administración de Trump regresara a los infantes venció el pasado 27 de julio, según una orden de una corte. De los 2,500 menores separados de sus padres inmigrantes, 1,820 regresaron a la custodia de sus familias y unos 700 todavía permanecen detenidos sin sus progenitores.
Uno de los problemas que dificulta este proceso es que algunos padres fueron deportados antes de poder regresar con sus hijos.