Tegucigalpa, Honduras
Estados Unidos les devolvió la esperanza que el huracán Mitch les robó. Ahora, imaginar que se les dé la espalda les rompe el corazón.
Son 56,790 tepesianos que luchan en aquella nación.
Ellos enfrentan una especie de limbo migratorio. Deben entender que pueden disfrutar del lugar donde están, hacer una vida, trabajar, crecer y soñar, tal y como lo han hecho por 20 años, pero no tienen derecho a una estadía permanente en el que ahora consideran y aman como su propio hogar.
Trabajadores excepcionales
Llegaron a trabajar y no han parado, su adaptación y esfuerzo se evidencia en cifras que aclaran quiénes son y qué hacen los tepesianos hondureños.
Datos del Centro de Estudios de Migración de Estados Unidos, a los que tuvo acceso EL HERALDO, reflejan que de los 56,790 hondureños amparados actualmente en el Estatus de Protección Temporal (TPS), al menos 13,062 ingresaron a suelo estadounidense con menos de 16 años en 1998.
El tiempo pasó y se conformaron 43,000 hogares amparados bajo el TPS.
De estas uniones hay 53,500 niños de padre o madre tepesiana hondureña nacidos en Estados Unidos, que ahora temen una separación o que sus padres se conviertan en presas de la migra por pasar al estatus de indocumentados.
Las casas en las que viven son el fruto del sudor de su frente. Estos catrachos tienen créditos con bancos que se reflejan en las 9,500 hipotecas que estarían abandonadas de no haber una ampliación al TPS.
Estas personas superaron el porcentaje de pobreza que llevaron de Honduras y sus ingresos son en un 76% superiores a lo que podrían obtener en Honduras. Sus ingresos anuales en el hogar alcanzan los 40,000 dólares (920,000) lempiras.
Según el Centro de Estudios Migratorios de Estados Unidos, el 98% de los tepesianos supera los 25 años. De ellos, el 68 por ciento está entre los 20 y los 25 años, es decir, son la fuerza laboral que ayuda con el desarrollo de esa nación.
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Estudios
En Honduras nacieron bajo la lengua natal, el español, pero en su adaptación 48,272 aprendieron inglés parcialmente y 24,987 lo hablan de manera fluida, a tal punto que ahora es su forma de comunicación total.
La educación formó parte de sus sueños y la de sus hijos, la estadística detalla que 21,580 terminaron la secundaría ya sea en el tiempo que vivieron en Honduras o en su estadía en Estados Unidos. De ellos al menos 6,814 tienen un grado o maestría actualmente.
En Estados Unidos estos hondureños representan una fuerza de trabajo importante debido a que 48,271 trabajan de manera permanente. A nivel personal el deseo de ser sus propios jefes los motivó a emprender retos que desembocan en que 9,654 tepesianos hondureños tienen su propio negocio, estas personas viven de las ampliaciones del TPS, por lo que cancelarlo los dejaría desprotegidos con sus proyectos.
Del total de catrachos amparados en el TPS, el 4%, que representa 2,271 personas, no tienen un trabajo.
El 40% de estos catrachos, es decir 22,716, cuentan con un seguro de salud que los protege a ellos y sus familias, el resto recibe una atención médica pública de primer nivel.
La ubicación geográfica de los tepesianos hondureños en Estados Unidos se concentra en cuatro zonas específicas.
El informe detalla que en Texas viven 8,500, siendo el estado con mayor cantidad, Florida protege a 7,500, Carolina del Norte a 6,200 y California a 5,900.
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¿Qué hacen?
Su desempeño laboral es fundamental, al igual que su comportamiento, en el que destaca que ninguno posee antecedentes penales. La fuerza de trabajo en las que está sustentado el análisis muestra que 48,500 mayores de 16 años están realizando un trabajo permanente.
En ese sentido el área de la construcción es su principal campo, ahí 13,700 realizan labores que les permiten generar ingresos de 40,000 dólares al año.
Las guarderías infantiles son el motor de ingreso para las mujeres tepesianas y, según detalla el informe, hay 3,900 laboran en ese rubro.
Estas ocupaciones en Honduras no representarían un ingreso mayor al salario mínimo, que ronda los 9,000 lempiras.
Trabajos como servicio de paisajismos no están desarrollados en Honduras, mientras que en Estados Unidos agrupa a 3,700 hondureños que tendrían que buscar otra forma de ganarse la vida en un hipotético retorno.
El servicio en restaurantes o comidas rápidas es otro rubro en el que los tepesianos se desarrollan con gran número en Estados Unidos.
Ahí su aporte a la fuerza de trabajo alcanza 3,300 familias. En los hospitales por su parte brindan servicios varios 800 y los 23,000 hondureños restantes se desarrollan en otras industrias o diferentes labores que aglutinan menos personas.
Toda esta fuerza laboral buscaría competir en Honduras en una oferta laboral que actualmente supera la demanda para estos oficios u ocupaciones.
Por último, se detalla el aporte que generan al país en pago de impuestos anuales pues en su estadía han dejado en las arcas estadounidense 5 billones de dólares y por concepto de reinscripción al TPS 300 millones de dólares más. El impacto en las remesas también ocasionaría problemas a las familias que dejaron en el país.
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