Texas, Estados Unidos
Un tribunal de Texas (Estados Unidos), condenó a dos penas simultáneas de cadena perpetua, al conductor de camiones James M. Bradley (61), por el delito de tráfico de personas que resultó en la muerte por asfixia de 10 inmigrantes, según el Nuevo Diario de Nicaragua.
En julio del año pasado Bradley dejó encerrados en la cabina de su vehículo a 39 indocumentados, cuyas nacionalidades no fueron reveladas, ya que el conductor realizaba estos viajes ilegales con el objetivo de obtener un beneficio económico.
Durante el juicio el conductor del camión dijo 'Estoy muy arrepentido por lo ocurrido', y añadió: 'No hay día o noche que no reviva aquella escena'.
Bradley, había salido de la ciudad fronteriza de Laredo (Texas) cuando tuvo un leve incidente se estacionó a las afueras de San Antonio, donde abandonó a los 39 inmigrantes indocumentados que llevaba escondidos en la parte trasera del vehículo, así lo detallaron fuentes judiciales.
Las autoridades declararon que pudieron encontrar a los inmigrantes, gracias a los golpes que los indocumentados dieron a la cabina del camión para pedir ayuda.
Agregaron que al abrir la cabina del automotor descubrieron que ocho de ellos ya estaban muertos en el interior, y las otras dos personas murieron en el hospital.
Aunque la defensa del acusado busca reducir la condena, por los problemas médicos que sufre Bradley, ya que se le dictaminó que su esperanza de vida oscila entre cinco a siete años, el juez del distrito, David Alan Ezra, consideró que 'la conducta del acusado fue extrema' y, por tanto, ratificó las dos condenas a cadena perpetua.
Un tribunal de Texas (Estados Unidos), condenó a dos penas simultáneas de cadena perpetua, al conductor de camiones James M. Bradley (61), por el delito de tráfico de personas que resultó en la muerte por asfixia de 10 inmigrantes, según el Nuevo Diario de Nicaragua.
En julio del año pasado Bradley dejó encerrados en la cabina de su vehículo a 39 indocumentados, cuyas nacionalidades no fueron reveladas, ya que el conductor realizaba estos viajes ilegales con el objetivo de obtener un beneficio económico.
Durante el juicio el conductor del camión dijo 'Estoy muy arrepentido por lo ocurrido', y añadió: 'No hay día o noche que no reviva aquella escena'.
Bradley, había salido de la ciudad fronteriza de Laredo (Texas) cuando tuvo un leve incidente se estacionó a las afueras de San Antonio, donde abandonó a los 39 inmigrantes indocumentados que llevaba escondidos en la parte trasera del vehículo, así lo detallaron fuentes judiciales.
Las autoridades declararon que pudieron encontrar a los inmigrantes, gracias a los golpes que los indocumentados dieron a la cabina del camión para pedir ayuda.
Agregaron que al abrir la cabina del automotor descubrieron que ocho de ellos ya estaban muertos en el interior, y las otras dos personas murieron en el hospital.
Aunque la defensa del acusado busca reducir la condena, por los problemas médicos que sufre Bradley, ya que se le dictaminó que su esperanza de vida oscila entre cinco a siete años, el juez del distrito, David Alan Ezra, consideró que 'la conducta del acusado fue extrema' y, por tanto, ratificó las dos condenas a cadena perpetua.
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