Hondureños en el Mundo

Hondureños en caravana desesperados por ingresar a EEUU saltan muro fronterizo

Los migrantes viajaron en caravana desde Honduras y afirmaron que no quieren esperar semanas o meses para que lleguen sus turnos en las listas de citas para solicitar asilo

02.12.2018

TIJUANA, MÉXICO.- Sus rostros muestran desesperación, dolor y temor. Los migrantes que viajaron en caravana llevan más de una semana en la frontera de México con Estados Unidos a la espera de realizar su solicitud de asilo.

Son más de 6,000 los centroamericanos que se encuentran en un albergue bajo inhumanas condiciones, pero algunos ya se han saltado el protocolo y han buscado otras opciones que no sea a través del punto fronterizo de San Ysidro.

Las historias son similares; no quieren esperar meses para que llegue su turno en las listas de citas para solicitar asilo, así que burlan la frontera y dejan que los miembros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) los detengan.

Bessia Martínez, una migrante hondureña que viajaba junto a sus dos hijas fue una de las personas que decidió saltar el muro fronterizo y ahora camina por las calles estadounidenses con un grillete en su tobillo derecho.

“Logramos uno de los propósitos el cual tuvimos al salir de nuestro país, el llegar aquí a Estados Unidos”, declaró la mujer a la cadena Univision, 48 horas después de ser detenida por ICE.

La mujer decidió alejarse del albergue en Tijuana - que fue cerrado el sábado- junto a otros migrantes centroamericanos que viajaron en la caravana.

“Saltamos el muro, migración llegó y nos detuvo y nos llevaron a un centro de retención”, detalló la joven madre.

VEA: Mujeres de caravana migrante en huelga de hambre para presionar a México y Estados Unidos

La mujer pudo conseguir quedarse temporalmente en Estados Unidos, mientras un juez analiza su solicitud de asilo.

La madre de las dos pequeñas, de cuatro y cinco años, aseguró que siente satisfacción, pues estando en Estados Unidos sus hijas podrán estudiar y tener mejores condiciones de vida.

“Nos trataron mal desde que entramos, nos trataron con racismo, diciendo que eramos piojosos y qué hacíamos en su país”, denunció la hondureña, que caminó un mes y medio desde Honduras para llegar a la frontera de México con Estados Unidos.

Condiciones inhumanas
El resto de migrantes que se encuentran en el albergue en Tijuana fueron removidos ayer a otro sitio, mientras cierran el lugar por no tener las condiciones para atender a los migrantes.

Las autoridades indicaron que al menos 6,000 centroamericanos se encontraban en ese albergue y que unos 2,000 fueron trasladados a un refugio instalado en antiguo centro de eventos más distante de la frontera.

La ciudad indicó a través de un comunicado que el albergue en la Unidad Deportiva “Benito Juárez” fue clausurado debido a malas condiciones sanitarias.

Peritos habían manifestado su preocupación por las condiciones insalubres en el complejo deportivo que está parcialmente inundado, donde los migrantes atestaban un espacio con capacidad para apenas la mitad de su número. Lodo, piojos e infecciones proliferaban en el lugar.

Los últimos migrantes fueron trasladados en autobús al nuevo refugio a unos 15 kilómetros del cruce fronterizo en Otay Mesa y a 22 kilómetros de San Ysidro, cerca de donde personas hacen fila para presentar solicitudes de asilo en Estados Unidos.

Las autoridades de Tijuana habían dicho antes que nadie sería obligado a irse al nuevo albergue en el lugar conocido como El Barretal, provisto de un gran inmueble y una explanada que se utilizaba hace unos seis años para conciertos y otros eventos. Pero también advirtieron que dejarían de ofrecer alimentos y servicios médicos en la unidad deportiva.

El nuevo albergue está a cargo de autoridades federales de México.