Una madre hondureña se reencontró el viernes con su hijo, a quien daba por muerto desde hacía seis años, en Escobedo, noreste de México, en el marco de una caravana de familiares de migrantes centroamericanos desaparecidos en ruta a Estados Unidos.
El encuentro privado entre Olga Marina Hernández, proveniente de San Pedro Sula (Honduras) y su hijo Gabriel Salmerón tuvo lugar en la iglesia cristiana Ministerio Cristo Vive, donde el hombre de 31 años recibe rehabilitación para dejar su adicción a las drogas.
Su madre forma parte de la caravana de madres centroamericanas
que buscan noticias de sus hijos, desaparecidos en los últimos años en México cuando trataban de llegar a Estados Unidos.
Salmerón se fue de forma ilegal a Estados Unidos a los 16 años, regresó a México hace seis años, pero ya no pudo volver a cruzar. En este país, se volvió drogadicto antes de conocer hace tres años la iglesia Cristo Vive, que también es un centro de rehabilitación.
'Hace seis años empecé en las drogas, aquí en México, y mi familia ya no supo nada de mí. Y hace tres años entré a la iglesia y ellos me ayudaron a seguir por el camino bueno', dijo Salmerón, quien agregó que al ver a su madre nuevamente 'fue como un premio al cambio que he tenido como persona'.
La caravana denominada 'Liberando la Esperanza' hizo un alto el viernes en Escobedo, municipio de Monterrey, tercera ciudad mexicana, antes de proseguir su camino hacia la ciudad de Saltillo, en el estado vecino de Coahuila.
El grupo compuesto de 47 madres y otros familiares de ciudadanos de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala, inició su recorrido el pasado fin de semana e ingresó el lunes a territorio mexicano.
La caravana recorrerá una ruta de más de 4,000 km por 14 de los estados mexicanos y concluirá la próxima semana en la capital.
Olga Marina Hernández es la segunda madre hondureña que se reencuentra con su hijo. A inicios de semana, su compatriota Silvia Campos fue recibida por su hijo Serbelio Mateos tras nueve años de permanecer incomunicados.