Son unos 2,300 migrantes, de acuerdo con el diario El Heraldo de México, quienes se encuentran en Tapachula, Chiapas, los que partirán la madrugada del domingo en los autobuses rumbo a la Ciudad de México.
Estando en la capital azteca, algunos de los migrantes centroamericanos solicitarán oficios de salida y otros continuarán su viaje a la frontera con Estados Unidos.
El traslado será en las 45 unindades en las que viajarán al menos 50 migrantes en cada una, la mayoría hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, aunque, también hay varios cubanos.
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Migrantes serán sancionados
Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, asguró que todo ciudadano que viole las leyes mexicanas tiene que ser sancionado como un mexicano más.
“¿Cómo vamos actuar? Aplicando la ley al igual que se aplica para todos los ciudadanos mexicanos”, afirmó en un mensaje a los medios.
Resaltó que en ningún momento las Fuerzas Federales intervendrán para contener los actos violentos que se presentes con los migrantes.
“Si tenemos presencia, además de la presencia que tiene la policía de Chiapas y las policías municipales en Tapachula y en el Suchiate, si hay presencia de la Policía Federal, pero no vamos a reprimir a nadie”, reiteró Encinas.
Esta semana se reportó que unos 350 centroamericanos de una caravana migrante ingresaron por la fuerza al sur de México en la madrugada del viernes desde Guatemala, abriendo paso a cientos de personas con las que viajaban, informó el gobierno mexicano en un comunicado.
El presidente estadounidense Donald Trump considera a este éxodo, que se aceleró desde octubre, una amenaza de seguridad nacional pues sostiene que entre los migrantes se ocultan peligrosos delincuentes e incluso terroristas, aunque sin dar pruebas de tales afirmaciones.
Por ello, el mandatario declaró en febrero en emergencia nacional la frontera sur, un mecanismo con el que busca conseguir fondos para construir un muro a lo largo de más de 3,000 kilómetros del límite con México, una de sus promesas de campaña más polémicas, pero que hasta ahora ha sido rechazada por el Congreso estadounidense.
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