Se trata de Valeria, de 11 meses de nacida, y Mariana, de 5 años de edad. Las dos pequeñas se enfrentaron a la dura travesía cuando semanas atrás fueron halladas junto a tres primas en la frontera sur de Estados Unidos.
Afortunadamente las niñas catrachas fueron puestas bajo el cuidado de Yolanda Sánchez, una tía que radica en Miami.
Sobre sus padres Edixon Padilla, de 23 años, y Daisy Sánchez, de 21, se sabe que el futuro es incierto, pues primero deben resolver su estatus legal.
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Encuentro virtual
Desde una ubicación que no fue revelada y a través de una videollamada la familia volvió a verse.“Me estaban diciendo: ‘¿Cuándo vienen, ya quiero estar con ustedes, vienen mañana?”, dijo la mamá de las niñas durante una entrevista con Noticias Telemundo.
Decisión arriesgada
Los padres, que han sido muy cuestionados en redes sociales, dieron una entrevista y explicaron las razones por las que decidieron tomar la arriesgada decisión de mandar a sus hijas solas a cruzar la frontera.'A mí no me gustaría que mis hijas se quedaran como yo: no tengo estudios, no tengo nada. Yo quiero que mis hijas sean alguien en la vida, tengan una carrera, trabajen', explicó la mamá, quien además confesó que no se arrepiente de haber dejado sola a su bebé de 11 meses.
“No me arrepiento por haber hecho eso, porque yo sé que es el bien de las niñas, por el bien de ellas lo hice”, dijo.
El progenitor, por su parte, dijo que 'yo sé que ellas quedaron con comida, con agua, con leche. Todo allí lo tenían y hasta arropadas con una cobija, con sus suéteres, todo'.
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Intentos fallidos y riesgosos
Los hondureños ya habían intentado en otras tres ocasiones cruzar la frontera con sus dos hijas, pero todas las veces habían sido descubiertos y devueltos a México.La tercera vez hasta fueron presas de delincuentes que las secuestraron y amenazaron a punta de pistola, relató la madre.
Fue ahí cuando decidieron intentarlo por cuarta ocasión, pero con un plan diferente: los papás decidieron enviar a sus hijas con otras menores y les dejaron todo lo necesario para sobrevivir hasta que fueran halladas. Ellos tomaron otra ruta y cruzaron sin ser detectados.
Ahora esperan poder reunirse con sus dos hijas.
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