TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- Cuando Fátima Gutiérrez cursaba sus estudios en su natal La Lima, Cortés, siempre escuchaba a lo lejos los ensayos de los Silver Star, sin imaginar que un día se inspiraría en esa banda para nombrar así su emprendimiento en suelo estadounidense.
Nació en el hospital de la Tela Railroad Company y creció en los campos bananeros donde sus padres laboraban cultivando el “oro verde” allá por los años 80´. “Fue un tiempo difícil, cuando perdí a mi padre y mi madre comenzó sola a sacar adelante a sus cuatro hijos”, comenta.
Recuerda cómo en sus años de adolescencia -cuando regresaba de su colegio- siempre escuchaba a los Silver Star ensayando, banda que aunque fue fundada en Goascorán, Valle, se radicó en La Lima, Cortés, desde 1967, donde este 2022 cumplió 60 años de trayectoria. “Nos gustaba ir a escucharlos cuando se presentaban en Chulavista”.
La joven emprendedora comenta a “De un país llamado Honduras” que fue ahí donde también aprendió sobre las oportunidades que ofrecía el plátano, pues su madre además vendía golosinas utilizando la tajada como su ingrediente principal.
Mitch y la necesidad de migrar
Los destrozos que causó el huracán Mitch en su paso por Honduras, del que no se libró la costa norte, llevaron a Fátima y su esposo Jesús Amaya a pensar en nuevas oportunidades para ellos y su pequeña hija Perla, pues el desastre complicó la situación económica.
Así en 1998 primero migró él y cuatro años después la hondureña realizó el viaje para reunirse con su esposo. Tuvieron que pasar un par de años más para llevarse además a su hija Perla y a la madre de Fátima.
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Eran tiempos difíciles, pero con empeño y determinación lograron establecerse en San Antonio y trabajar para sacar a su pequeña familia a la que hace 11 años se sumó la pequeña Nathaly.
Como muchos hondureños, la limeña comenzó desde abajo laborando en cocinas, aprendiendo a atender restaurantes y poco a poco fue ganando experiencia sobre el gusto de los sanantonianos. “Trabajé por casi 16 años en el restaurante de una salvadoreña con quien todavía guardo una bonita amistad”, asegura a EL HERALDO.
De vender por pedidos a su primer Food Truck
Para 2018 Fátima se llenó de optimismo y hambre de emprender, así comenzó probar suerte por su lado y a través de pedidos vendía pollo frito con tajadas de plátano.
Los pedidos llegaban y la clientela crecía, eso la permitió pensar en grande. “Pensar en obtener un crédito para un local es algo muy difícil aquí por lo que mejor optamos por fiar un camión e irlo pagando poco a poco”, revela.
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Fátima detalla que ”primero obtuvimos la traila (camión con remolque), por lo que era más complicado, me tocaba enganchar el remolque cada vez que debíamos movernos”.
Cuidando cada centavo, la emprendedora cuenta que lograron pagar la traila y luego venderla para mejor adquirir un food truck con cabina incluida lo que facilita el desplazamiento.
Platillo estrella: La cena catracha
Hoy Gutiérrez y su familia tienen una clientela y son un poco de referencia de comida hondureña en el 1200 West Avenue de San Antonio, ahí atienden de martes a domingo a partir de las 4:00 de la tarde hasta las 11:00 de la noche puesto que uno de sus platillos insigne es la cena catracha.
Junto a su hija mayor, que se suma en el emprendimiento pese a que tiene su propio empleo, la hondureña ofrece a su clientela desde platos de pollo con tajadas, chuleta, salchicha y los famosos zambos preparados. “Lo que más recomiendo es la “cena catracha” que es un platillo que lleva carne asada, frijoles, arroz, tajadas de plátano y encurtidos”, nos comparte.
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Y aunque confiesa que tiene muchos clientes hondureños “a los americanos también les gusta la cena catracha y vienen por ella”. “También el plátano maduro con frijoles, queso y mantequilla es otro de los platos más buscados por los americanos”, cuenta Fátima.
El negocio se ha convertido además en fuente de empleo para tres mujeres más, una mexicana y dos hondureñas: Yojana que es originaria de Comayagua, y Aracely de Olancho.
Sin duda el buen sazón de Fátima Gutiérrez y su food truck de comida catracha seguirá creciendo y llevando los platillos hondureños a nuevos paladares.