Ruth Cook, la progreseña que logró su meta de ser su propia jefa

SAN ANTONIO, ESTADOS UNIDOS.- Una mujer que se ha hecho a sí misma, dejando atrás el pasado y empoderándose, así es Ruth Elizabeth Cubillo Cook, una progreseña que hoy incursiona con éxito en el negocio de los envíos de encomiendas, refrigeración y financiamiento de autos en San Antonio, Texas.

Hace 15 años migró en familia junto a su entonces pareja y sus dos hijas, Ruth Saraí y Scarleth Michelle, de 4 y 2 años en ese momento, con la meta principal de darle a ellas un futuro lleno de oportunidades. La emprendedora catracha confiesa que su llegada a Estados Unidos no fue nada fácil, además de tener que empezar desde cero se vio en la necesidad de desaprender lo que la vida le había enseñado para poder rehacer su destino.

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De una infancia en el barrio San Francisco como cualquier otra niña hondureña creció optando a las opciones que había en el lugar, así tras completar su secundaria en el Instituto Departamental El Progreso aprendió Alta Costura en la academia Zambrano en 1997.

“Como emprendedora que he sido me he dedicado a trabajar y estudiar para costear con esfuerzo mis estudios”, comenta en entrevista al segmento “De un país llamado Honduras”.

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Con mucho trabajo decidió emprender en un negocio de variedades para toda ocasión, además de “Billares y merendero los amigos de Ruth”, proyecto que llevó a cabo durante siete años hasta que decidió migrar a Estados Unidos.

La compatriota revela que si “hay algo que me apasiona es dar servicio al cliente, desde muy joven apenas cuando tenía 20 años ya era comerciante y vivo agradecida con mis clientes porque han sido esencial para mi crecimiento financiero”

“Como todos, buscaba darle a mis hijas todo lo mejor posible, ya estando aquí mis inicios fueron duros como pasa con todos los migrantes”, agregó.

Ya instalada en San Antonio laboró durante tres años en un restaurante de Sushi, lo que nos confiesa “fue un trabajo agotador y con una paga muy mala”, pero eso la llevó a querer hacer cosas diferentes para ya no ser empleada y poder salir adelante, así como lo hacía en Honduras: emprendiendo.

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Ruth nos relata que pese a sus conocimientos como modista profesional y su experiencia pasada en merenderos no pudo enfocarse en esa área, así que empezó con lo que había a la mano, desde cero en algo nuevo. “Empecé a hacer limpieza de casas, incluso llegué a obtener contratos grandes de hasta 500 apartamentos de construcción nueva”, explica.

“Cuando vine a Estados Unidos tuve que olvidar lo que fui, lo que estudié y empezar aquí desde cero, tomar clases para superarme y certificarme, hasta obtuve mi GED (equivalencia del bachillerato en Estados Unidos) y aún sigo aprendiendo”.

Adicionalmente, en esos primeros años contó con el apoyo de Roberto Ortega, otro yoreño emprendedor al que le agradece haberla iniciado en el negocio de los envíos hacia Honduras. “Trabajé con él por más de 10 años”, nos comenta y agrega que eso le permitió darle calidad de vida a sus cuatro hijas.

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En el transcurso de trabajar en el negocio de Ortega, Ruth recibió una importante oferta que no dudó en aceptar. Una compañía de Houston, llamada Multiencomiendas, la contactó para ofrecerle el negocio de envíos a todo Centroamérica.

Ruth Elizabeth se autodefine como una defensora de los derechos de la mujer, tras superar una etapa muy difícil en su vida en la que sufrió violencia doméstica. Vivió un ciclo de violencia desde que estaba en Honduras y pese a creer que al migrar las cosas cambiarían no fue así.

”Hubo un día en que estando aquí me golpeó, después de tanto abuso, tomé el valor y lo denuncié”, contó a EL HERALDO luego de que vecinos llamaran a la policía lo que concluyó en la deportación de su expareja.

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“Fue allí en ese proceso, que agarré valor y me sirve de ejemplo para algunas mujeres que sufren y pasan casos similares”, reconoce.

“Mi consejo (para mujeres que sufren violencia) es que tienen que empoderarse y no ser sumisas, tienen que ser independientes y autosuficientes, las mujeres tenemos ese don de salir adelante; las que tengan oportunidad de educarse y estudiar que lo hagan, es muy importante para nuestro crecimiento personal y laboral”, recomienda Cubillo Cook quien haciendo a un lado esa mala experiencia se dio una nueva oportunidad en el amor junto a su ahora esposo Ángel Lugo, con quien desarrolla sus emprendimientos.

“Mi esposo y yo hemos trabajado no el doble, si no el triple”, confiesa al referirse al apoyo que recibe de Ángel, con quien tiene dos hijas más Ivanna (10) y Angelina (8), además de sacar adelante su empresa Lugo & Cook Multi-Service.

Juntos han desarrollado el negocio de los envíos de paquetería a toda Centroamérica, asimismo cuentan con el servicio de instalación y reparación de aires acondicionados en el que su esposo se dedica de lleno a nivel de la ciudad de San Antonio.

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Adicionalmente incursionan en la venta y financiamiento de automóviles tanto en San Antonio como para importarlos a Honduras.

La hondureña apoya activamente a la organización Hondureños en San Antonio, Texas, que aboga por la apertura de un consulado en esa ciudad, además hace voluntariado en el consulado hondureño en Houston para brindar servicio a compatriotas.