Tegucigalpa, Honduras
La cifra de migrantes retornados hondureños disminuyó en 30.8% en 2017, informó la Dirección de Protección al Hondureño Migrante.
Es decir que 21,348 deportados menos se registraron en comparación con el 2016.
Liza Medrano, directora de Protección al Migrante, comentó la satisfacción de estas cifras pues muestran que salir del país ya no es la única opción.
México continúa a la cabeza como el país de donde más hondureños son deportados con 26,991 connacionales, mientras que Estados Unidos registró la deportación de 20,841 hondureños.
“En comparación con otros años y debido a las políticas migratorias se registró un incremento en las deportaciones desde Estados Unidos, que se acercaron a la cantidad de deportados que viene de México”, argumentó.
Medrano explicó que los migrantes retornados al venir al país pasan una serie de procesos de registro en los tres Centros de Atención al Migrante Retornado (CAMR), donde además se les brinda ayuda.
Detalló que el año recién finalizado la división de atenciones fue: “7,021 retornados en el CARM-Belén, 20,443 en la sede de Omoa y 20,568 en San Pedro Sula”.
Respecto al retorno de niños, la cifra se redujo en casi un 50%, que representa un avance muy satisfactorio en los trabajos realizados en Honduras.
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Presupuesto para 2018
En los CAMR a nivel nacional el año anterior se presupuestaron 25,800,000 lempiras. Este dinero se convirtió en apoyo para los 48,022 connacionales que regresaron al país, muchos con las manos vacías.
“Hay personas que precisan de traslado, alimentación, un trabajo y eso es lo que se hace reintegrarlos de nuevo a la economía”, explicó Medrano.
Para este 2018 el presupuesto asignado es de cerca de 32 millones de lempiras. El dinero, según detalló la directora, se dividirá en “15,913,566 lempiras para el CARM de Omoa, 6,086,750 lempiras para el centro de atención en San Pedro Sula y 9,837,783 lempiras para el CARM de Belén”.
Medrano comentó que para este año se espera reducir más la cifra de adultos y niños retornados principalmente de México y Estados Unidos, en una muestra de que los trabajos de prevención y concienciazación realizados por el gobierno rinden frutos.