SANTA BÁRBARA, HONDURAS.- En medio de la consternación y el dolor por el arribo de las cuerpos de Dikson Arón Córdova, Edin Josué Umaña Madrid y Jesús Adony Alvarado Madrid, fallecidos en Ciudad Juárez el pasado 27 de marzo, los pobladores de la aldea Nuevo Porvenir, municipio de Protección, Santa Bárbara, se han sumado al luto de las tres familias que velan en el seno de sus hogares a los jóvenes hondureños cuyas vidas se apagaron cuando quedaron a un paso de su objetivo, cruzar a Estados Unidos.
Las tres carrozas fúnebres que transportaron los féretros desde la base aérea Soto Cano de Comayagua llegaron a la remota aldea a las 5:00 de la mañana tras un recorrido que tardó casi cinco horas desde que descendieron de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana.
Las familias de los tres muchachos - que eran amigos y viajaban juntos-, han acordado velarlos este miércoles todo el día y proceder a su sepelio el jueves.
Debido a que los cuerpos vienen muy conservados, ya que los tres fallecieron por asfixia debido al humo causado por el incendio que acabó con la vida de 40 migrantes en un centro de detención de Ciudad Juárez, los féretros permanecen abiertos.
En la comunidad donde radican unas 100 familias, todos son muy unidos y la mayoría tienen parentesco. En la aldea predomina un clima fresco y soleado.